((**Es9.90**)
->>Cómo han ido los exámenes?
-Muy bien; casi todos tenemos óptime
(excelente), José Cagliero peróptime
(excelentísimo) respondió Bourlot; y yo, con
Domingo Vota y Pedro Norza, egregie cum laude
(excelente con alabanza).
->>Estás seguro de ello?
((**It9.87**))
-Segurísimo, he visto la hoja de calificaciones:
somos los primeros de todos los clérigos del
seminario.
-íDeo gratias!, respondió el Venerable; voy a
llevar al Arzobispo la respuesta a su carta.
Y se marchó. El mismo Monseñor, que había
presidido los exámenes y no conocía personalmente
a los clérigos de don Bosco, los había elogiado.
Creía él que Bourlot, uno de los que habían
obtenido el egregie cum laude era el del
Seminario, primo de otro Bourlot del Oratorio; y
debió salir de su error ante la realidad del caso.
Mientras empezaban a allanarse estas
dificultades, escribía, desde Roma, el padre
Oreglia a don Juan Francesia: <>.
Pero, si en Roma había poca alegría,
sobreabundaba en el Oratorio. El teatro, los
juegos, el rompimiento de las ollas tradicionales,
las rifas, la música tenían entretenidos a todos
los muchachos durante los tres últimos días de
carnaval. Aquella alegría era un efecto de la paz
del corazón asegurada con el ejercicio de la buena
muerte en el que se habían sufragado las almas del
Purgatorio, en especial la del clérigo Petiva,
fallecido aquellos días en el Hospital de San Luis
de Turín.
Segundo Petiva, que se había educado en el
Oratorio, era muy hábil para la música; tanto, que
había sido profesor de ella durante varios años
desde 1858. Era una clase que bien podía ser
tenida por una academia musical, ya que, por
iniciativa de don Bosco, había producido y seguía
produciendo distinguidos organistas, compositores
de música y cantores para las funciones sagradas,
por todas las partes del mundo. Destacaron, entre
sus primeros alumnos y maestros, don Juan
Cagliero, don José Lazzero, don Luis Chiapale,
José Buzzetti, Santiago Rossi, Juan Turchi,
Calixto Cerruti, José Dogliani y Bersano, Tomatis,
Reano, Fumero, ((**It9.88**))
Brunetti, Dassano y cien más, que en su día fueron
maestros de millares de alumnos.(**Es9.90**))
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