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haberles enviado tan buenos pastores y confía que
todo se arreglará para bien de las almas y la
mayor gloria de Dios.
De V.S.M.R.
Su
seguro servidor:
Por don BOSCO
PABLO ALBERA, Pbro.
El último párrafo de esta carta debió animar a
don Angel Modini a confiar en la ayuda de la
Providencia. Así, algún tiempo después, se comenzó
a advertir una saludable reacción en diversas
localidades del Cantón y, al fin, la mayoría del
pueblo ticinense, cansado de la larga opresión,
rechazaba con sus votos, en 1875, la causa del
liberalismo.
En el 1876, el Gran Consejo Cantonal emprendía
la revisión de la Constitución, promovida por los
conservadores, que era el partido de la religión y
del orden. Cierto número de liberales presentó
entonces al Consejo Federal una violenta e injusta
protesta, de forma que el Gran Consejo ticinense
fue invitado a diferir sus deliberaciones. No
había ley alguna que justificara una intervención
semejante en la política interna de un Cantón; por
consiguiente, el 28 de julio de 1876 se reunió el
Gran Consejo y aprobó por unanimidad, un proyecto
de ley encaminada a introducir la votación secreta
en las elecciones cantonales.
Fue un gran fracaso para los liberales, porque
el antiguo sistema de votación pública y para
grandes reuniones era para ellos una amplia
apertura de corrupción, engaño y violencia.
Después de esto, el Consejo de Estado ticinense,
compuesto de liberales, no queriendo renunciar,
aunque el pueblo hubiese condenado reiteradamente
su política anticatólica, se había apoderado de la
iglesia de los benedictinos en Bellinzona y había
permitido a los jefes del municipio de Lugano que
suprimieran a toda costa, aunque no lo lograron,
el insigne periódico titulado: El Creyente
Católico.
Los liberales eran enemigos declarados de los
conservadores. El 15 de octubre, último día de la
fiesta del tiro al blanco, cincuenta o ((**It9.980**)) sesenta
tiradores llegaron corriendo al vestíbulo del
palacio de gobernación, gritando:
-íAbajo el Gran Consejo!
En medio de aquel tumulto, el Consejo de
Estado, que ya esperaba a los rebeldes, determinó
condescender en todo con su voluntad, es decir,
derrocando al Gran Consejo elegido por el pueblo y
convocar
(**Es9.867**))
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