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Oratorio de San Francisco de Sales
Turín, 23 de mayo de 1865
Muy querido señor Cura:
No pasa día que no recuerde con satisfacción mi
viaje por esos pueblos, no sólo por lo ameno del
paisaje, sino sobre todo por ((**It9.969**)) las
atenciones recibidas, que fueron amabilísimas y
sin méritos de mi parte. He tenido varias
oportunidades para hablar con el clero de Turín y
he podido alabar la unión, la bondad y la cordial
hospitalidad del clero ticinense. Que Dios se lo
pague, mientras espero se presente otra
oportunidad para volver a verlos y abrazarlos
cariñosamente.
Don Bosco ha quedado sumamente contento e
interesado del relato de mi corto viaje y me dice
que le hubiera gustado haberlo hecho él. Y, a
propósito, le hablé del sermón sobre el nombre de
María para septiembre y me dice que le escriba que
lo acepta con gusto, porque desea aprovechar esta
ocasión para ver y saludar al clero ticinense,
pero recomienda que no lo tome a mal, si se le
presentare (en razón de los muchos asuntos que le
apremian) una imperiosa necesidad y tuviera que
repetirse de nuevo lo de san Gotardo. De todas
formas, roguemos a los hados para que nos sean
propicios y no adversos.
V. S. escriba por aquellas fechas a tal fin.
Anime a los jovencitos examinados para que
estudien...
Dígale a Julio que se aplique, porque le espero
aquí en Turín; y para que sea bueno le envío una
preciosa estampa del Angel Custodio a fin de que
imite al chiquito que va a su lado. Y a V. S. le
dejo, no sólo con la estampa, sino con el mismo
Jesús Sacramentado a quien deseo me encomiende muy
mucho. Yo haré otro tanto por V. S. Cuando vea a
los párrocos vecinos, salúdelos mucho de mi parte;
al Párroco de Pedemonte, señor Marchini, también
de parte del canónigo Berghen. He escrito a
Locarno, al padre Luis Arnaboldi, al cual he dado
saludos para los demás.
Le mando dos ejemplares de nuestra comedia
latina y algún diálogo. Cuando tenga ocasión envíe
a su tío, el Vicario, junto con mis recuerdos, el
ejemplar del diálogo a su dirección.
De V. S. muy Rvda.
Su seguro servidor
JUAN CAGLIERO, Pbro.
En otra carta, del 31 de julio, aseguraba don
Juan Cagliero que don Bosco iría a Intragna para
la fiesta del Dulce Nombre de María de aquel mismo
año; pero a fines de agosto anunciaba que, por
graves inconvenientes, el Venerable no podía,
tampoco esta vez, mantener su promesa.
Turín,
28 de agosto de 1865
Ilmo. y M. Rvdo. señor:
Lo que siempre me temí sucede por desgracia: la
cláusula condicional, con la que don Bosco aceptó
el sermón para la fiesta del Dulce Nombre de
María, ((**It9.970**)) no
(**Es9.858**))
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