((**Es9.823**)
que no se cuenta previamente ni con un centavo. La
caridad de los católicos, que nunca faltó en
ocasiones semejantes, tampoco ahora faltará; el
caso es demasiado grave para dudar de ello. Se
trata, como todos pueden fácilmente convencerse,
de preservar a un gran número de niños, y tal vez
también de adultos y familias enteras, del grave y
funesto peligro de ser inducidos al error contra
la santa fe, y casi insensiblemente alejados de la
santa Iglesia católica y de su Supremo Jerarca y
Pastor; de llegar, incluso a encontrarse, casi sin
darse cuenta, sumidos en la herejía. Se invita
seriamente y encarecidamente se ruega consideren
estos inconvenientes todos los que aman a Dios, el
bien de la santa Iglesia católica y la salvación
de sus prójimos.
Se espera que estos trabajos estén terminados
en dos años, y durante este tiempo se hace una
humilde pero cálida llamada a todos los buenos,
suplicándoles contribuyan con la ofrenda que Dios
les inspire a estas necesidades excepcionales. Las
ofrendas pueden hacerse en metálico o con
cualquier cosa que sirva para la construcción o de
ornamento para la iglesia o el edificio anejo. Se
trata de salvar almas, y el que alarga la mano
benéfica tiene fundada esperanza de oír un día de
labios ((**It9.928**)) del
Salvador las consoladoras palabras: <>. El Sumo Pontífice
Pío IX alaba la empresa y bendice a todos los que
tomen parte en ella. Su Exca. Rvma. nuestro
amadísimo Arzobispo, no sólo anima, sino que toma
parte con los medios materiales que su posición le
permite. Se invita a los cristianos en general,
pero especialmente a los que viven en esta zona o
tienen en ella alguna propiedad.
La iglesia está dedicada a San Juan
Evangelista, y el retablo representará al Salvador
que, desde la Cruz, confía su santísima Madre al
Apóstol predilecto, San Juan, tal y como está
expuesto en el Santo Evangelio.
Los donativos se pueden entregar al que
suscribe o al Rvdo. señor Traversa, cura párroco
de San Máximo, en cuya parroquia está enclavado el
lugar elegido para la nueva construcción.
Que Dios colme de gracias y celestiales favores
a todos los beneméritos donantes y les conceda
días felices con amplia recompensa aquí en la
tierra y mucho mayor en la feliz eternidad. Así
sea.
Turín, 12 de octubre de 1870.
JUAN BOSCO, Pbro.
RECOMENDACION de su excelencia Rvma. Monseñor
Riccardi Arzobispo
de Turín, en favor del proyecto arriba
expuesto
Con gran satisfacción hemos visto y aprobamos
la idea expuesta por nuestro celoso y pío
sacerdote don Juan Bosco, tan benemérito de la
Iglesia y de la sociedad civil por sus varias
instituciones religiosas y benéficas. Nos consuela
que la obra saludable haya comenzado y hacemos
votos para que, lo antes posible, sea llevada a
término su construcción. Mas para ello es
indispensable un generoso concurso de donativos y
limosnas. Nosotros estamos persuadidos de que los
fieles habitantes de esta piadosa ciudad, y en
especial los de las casas adyacentes a la avenida
del Rey, reconociendo también ellos la importancia
y la suma oportunidad de este nuevo
establecimiento,
(**Es9.823**))
<Anterior: 9. 822><Siguiente: 9. 824>