((**Es9.822**)
El total de tales compras, comprendida la faja
de Morglia, llegó al menos a setenta mil liras.
Don Bosco no se amedrentó. El excelente
arquitecto conde Arborio Mella aceptó el encargo
de diseñar el proyecto. Los hermanos Buzzetti
fueron nombrados maestros de obras y empresarios y
el conde de la Veneria, con generosidad sin igual,
se aprestó a sostener al Siervo de Dios ante los
propietarios, el Ayuntamiento y el Gobierno.
Pero ícuántas dificultades surgieron en el
camino! Bastaría su enumeración para demostrar la
heroica fortaleza del Venerable.
Desde octubre de 1870 apeló a la pública
caridad para que le ayudara en la nueva empresa.
Solamente la construcción de la iglesia y del
internado debía costar más de cuatrocientas mil
liras. El Arzobispo aprobaba la obra y don Bosco
podía unir la recomendación a su circular.
He aquí los documentos:
IGLESIA DE SAN JUAN EVANGELISTA CON
INTERNADO Y
ESCUELAS PARA NIÑOS POBRES EN LA
AVENIDA DEL REY
En la ciudad de Turín, desde la plaza de Armas
hasta el Po, hay un espacio pobladísimo, de casi
tres kilómetros, en el que no hay escuelas para
los niños, ni iglesias para el culto religioso.
((**It9.927**)) En
medio de aquella población, como todos saben, los
protestantes levantaron su templo con internado,
escuelas y asilo infantil. Después, ante la
deplorable deficiencia de iglesias y escuelas
católicas cercanas, y por contra la proximidad del
establecimiento heterodoxo corrieron los padres de
familia un gravísimo y pernicioso riesgo al mandar
a sus hijos e hijas mezclados con los de los
protestantes a sus escuelas y asilos, bajo el
especioso pretexto de que donde hay necesidad no
puede haber libertad.
Existía ciertamente desde hacía muchos años el
Oratorio de San Luis con escuelas y patio de
recreo, pero, al prolongar la calle de San Pío V,
éstas quedaron divididas en dos partes e
inservibles para su fin.
Para proveer de algún modo a la grave
necesidad, se compró, con ayuda de personas
caritativas, un terreno, comprendido entre dicha
calle de San Pío V y la de la Madama Cristina,
frente a la avenida del Rey y se tiene el
propósito de edificar una iglesia, que sirva
también para los adultos, con edificio suficiente
para escuelas, internado y patios donde puedan
jugar los muchachos en los días de fiesta,
librarlos de los peligros de la inmoralidad y
prepararlos para un arte u oficio.
Con la ayuda de la divina Providencia se
iniciaron los trabajos: la tapia de la cerca está
ya terminada y, mientras un benemérito arquitecto
está terminando los planos de la iglesia y del
edificio anejo, se preparan también los materiales
necesarios para la construcción.
Pero los difíciles tiempos que corremos, la
miseria que por doquier se deja sentir, son un
gran obstáculo para llevar a término una obra de
tal importancia, para la
(**Es9.822**))
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