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SANTO PIDIENDO AUTORIZACION PARA ABRIR LA CASA DE
ALASSIO -RESPUESTA FAVORABLE -INSTANCIA AL
MINISTRO DE HACIENDA, QUE NO ES ATENDIDA, PARA LA
REDUCCION DEL IMPUESTO DE MOLIENDA
LA divina Providencia alumbraba de cuando en
cuando con nuevos resplandores los confines cada
vez más lejanos del inmenso campo que ella
destinaba a la misión de don Bosco. Ya hemos
indicado cómo en 1858 se conocía y apreciaba su
nombre hasta en Constantinopla. Y su mirada se
dirigía a sus futuros hijos en el imperio turco.
Un espantoso incendio destruyó en Constantinopla
varios barrios y la Unidad Católica abrió una
suscripción con el título de: Los turineses y los
incendios de Constantinopla, y en la primera lista
del domingo, 24 de julio, se leía: <>.
Era una nueva llama de caridad muy agradable al
Señor. Pasaron unos años y los salesianos tuvieron
internados, escuelas y oratorios en
Constantinopla, Esmirna, Nazaret, Beitgemal,
Belén, Cremisán, Jaffa y Jerusalén.
La voz de un apóstol le invitaba por segunda
vez a ir al Africa.
Mi querido y venerado don Juan:
Como conozco a fondo su corazón y sus santas
intenciones, le hago, sin más preámbulos, una
pregunta que pide respuesta lo antes posible.
>>Estaría usted dispuesto a reunir dos o tres
sacerdotes jóvenes de los suyos con cuatro o cinco
de sus honradísimos artesanos y ((**It9.889**))
catequistas para ponerlos a mi disposición, a fin
de que yo pueda llevarlos a El Cairo (Egipto) a mi
centro para muchachos, donde ya está preparada
casa e iglesia comodísima? Formarían parte de mi
instituto, bajo mi jurisdicción, y correrían por
mi cuenta los gastos de viajes, manutención,
vestido y aprendizaje de la lengua. Tendrían a la
par la necesaria autonomía para prepararse en su
día, y con la ayuda de otros elementos de El
Cairo, a la dirección de una misión especial en
Africa Central, que se confiaría exclusivamente al
Instituto Bosco de Turín. >>Comprende? Querría yo
que su santo Instituto, aprovechando los medios
que Dios me ha dado, se fuera introduciendo poco a
poco en Africa Central. Pero, como quiera que,
sólo, tropezaría enseguida con dificultades, por
parte del amplio mando que ejerce Egipto, es
preciso que aparezca de momento como si formara
parte de mi instituto, que ya está introducido en
Egipto, y dentro de poco se le confiará una gran
misión en Africa Central.
Si para septiembre próximo pudiera usted poner
a mi disposición dos o tres
(**Es9.788**))
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