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((**Es9.772**) la condesa Callori es única. Si puedo ir a Mirabello, le avisaré antes y ciertamente haré una parada en su casa. Anteayer hubo una reunión en Roma para tratar la cuestión de la iglesia de San Juan de la Pigna. Resultó bien para nosotros; tal vez tenga que hacer un viaje a Roma; he escrito hoy para ver si puedo evitarlo o al menos dilatarlo. El martes no estaré en Turín; pero sí los demás días hasta el 24, consagrado a María Auxiliadora. >>No vendrá a hacernos una visita? Celebraremos una fiesta de primera clase. Hoy ha comenzado la novena. Todos los días se celebrará una misa según su intención en el altar de María Auxiliadora. Como intención principal pongo la perfecta y duradera curación de la virtuosa señorita Victoria. Que Dios les bendiga a usted, al señor Conde y a toda su familia. Ruegue por mí, que con gratitud me profeso, De V.S.B. Turín, 15 de mayo de 1870 Su seguro servidor JUAN BOSCO, Pbro. La novena de María Auxiliadora ponía en movimiento a todo el Oratorio. Se imprimieron invitaciones con el horario de la novena y de la fiesta y se distribuyeron ochocientas. Había en ellas el siguiente aviso: <>. Había que colocar tres nuevas campanas pequeñas en el campanario, las cuales formarían con las otras cinco un carillón en mi bemol, para tocar aires musicales, canciones sagradas y marchas festivas. Mientras se preparaba el ambigú para el servicio de bebidas y comestibles, los bancos de cambio para la feria y la iluminación, los músicos ensayaban sus cantos y sus conciertos. Don Juan Cagliero hacía el día 22, domingo, el ensayo general de la misa, las vísperas y su nuevo himno Saepe dum Christi con los muchachos y los maestros de la ciudad por él invitados. Para este fin había repartido una invitación impresa, para los entendidos y los bienhechores. ((**It9.870**)) El Venerable, ayudado por señoritas, hijas de distinguidas familias, organizó la rifa de un hermoso cuadro, de un metro veinte por noventa y cinco centímetros, que representaba al Episcopado italiano viviente. Cada boleto valía cincuenta céntimos. Al que compraba diez se le regalaba una fotografía del mismo, en tamaño de veinticinco centímetros por veintiuno. Se hicieron más de mil boletos. (**Es9.772**))
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