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Olivieri, entonces arcipreste de la Catedral, y no
volvió a Mornese hasta el sábado anterior al
tercer domingo después de Pascua. Y celebró la
primera misa solemnemente en la capilla del
colegio.
El notario Antonio Traverso hizo imprimir y
leyó una hermosa poesía suya de ocasión.
((**It9.868**)) Las
fiestas duraron tres días. Don Bosco llegó el
segundo por la mañana del 9 de mayo, acompañado de
don Santiago Costamagna.
Este nos contó que asistieron a la comida
veinte párrocos y sacerdotes. Presentaron en la
mesa diversas clases de fruta madura y de
magnífico aspecto y un comensal preguntó bromeando
si habría en el paraíso alimentos tan sabrosos.
Don Bosco se puso a hablar del paraíso y dijo que
los sentidos del cuerpo glorificado tendrían un
premio inefable, adaptado a su nueva condición; y
que en el solemnísimo banquete preparado por el
Señor para sus elegidos, sería él mismo quien
serviría los celestes manjares. Y, citando las
Sagradas Escrituras, expuso verdades tan
profundas, y a un tiempo tan atrayentes, que
aquellos sacerdotes, olvidando los alimentos que
tenían delante, le escuchaban estáticos y
conmovidos, con las manos juntas, como si oyeran
hablar a un ángel del Señor.
De su viaje a Mornese y del éxito de las
gestiones para la casa de Roma tenemos noticia en
otra carta, que manifiesta el reconocimiento y
aprecio en que tenía a la noble condesa Callori, a
quien iba dirigida, y la confianza casi filial que
don Bosco le profesaba:
Benemérita señora Condesa:
Recibí su carta en Mornese, que es el paraíso
terrestre de la provincia de Acqui. Agradezco su
inmensa bondad y caridad. Mi viaje fue estupendo.
La interrupción de las ocupaciones ordinarias, el
mayor descanso y las buenas comidas me han hecho
mucho bien, claro que al cuerpo.
Le agradezco la caridad que me ha dispensado y
me dispensa; me esmeraré para que su obra produzca
el céntuplo coram Deo et coram hominibus (ante
Dios y ante los hombres). A primeros de junio
empezaré la Historia Eclesiástica, o mejor, se
empezará a imprimir, puesto que el trabajo está
terminado.
Le adjunto una cartita para el bondadoso
caballero Giacosa. Es la primera vez que
recomiendo a un pariente; se lo había prometido
como premio y lo hago porque se lo ha ganado. Es
una sencilla recomendación y nada más.
Tenga la bondad de saludar de mi parte y dar
las gracias a este piadoso y caritarivo señor.
Esta semana pasaré por donde esa conocida
persona, y quién sabe si ((**It9.869**)) no se
resolverá a hacer algo importante en honor de
María Auxiliadora. Para estas cosas
(**Es9.771**))
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