((**Es9.660**)
Al mismo tiempo atendía a las Lecturas
Católicas. En el mes de noviembre éstas regalaban
a los abonados un folleto escrito por el Venerable
en 1869: ANGELINA O LA HUERFANITA DE LOS APENINOS,
por el sacerdote Juan Bosco.
Y decía al lector: <((**It9.740**))
complacido. Dios nos conceda a todos sus
celestiales favores y muchos años de vida feliz>>.
Se trata de la vida de una señorita noble y
rica la cual, no habiendo podido hacerse
religiosa, enamorada de la pobreza evangélica, se
marcha del palacio paterno, huye a un pueblo
remoto y se pone a servir en una casa de
campesinos donde no llega a ser descubierta en
toda la vida. Con las vicisitudes de esta buena
joven se demuestra cómo han de emplear los ricos
sus riquezas y se exponen las razones que inducen
a un luterano a morir reconciliándose con la
Iglesia.
A más de escribir y publicar sus propios
libros, don Bosco corregía, casi palabra por
palabra, los manuscritos de sus hijos, cuando
debían ser impresos.
Así, encomendó a don Juan Bautista Lemoyne que
escribiera la biografía del clérigo Mazzarello y,
después de haber examinado atentamente su trabajo,
le escribía:
Queridísimo Lemoyne:
Tu trabajo está muy bien, pero hay que hacer
notar su conveniencia y finalidad. A este respecto
es necesario:
1.° Quitar o, al menos, moderar los ímpetus
poéticos; por tanto, hay que eliminar lo que es
meramente descriptivo.
2.° Pensar que se escribe en prosa histórica y,
por consiguiente, la moral debe ir mezclada con la
narración y no como algo distinto.
3.° Muchas cosas no corren, como verás, al
compás de la política; por ejemplo, la expulsión
de los jesuitas de Génova.
4.° Así las cosas, hay que reducir el capítulo
Mornese y exponer, a manera de prólogo, lo
referente a la localidad, historia e índole, según
Casalis; después, hay
(**Es9.660**))
<Anterior: 9. 659><Siguiente: 9. 661>