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((**Es9.628**) ((**It9.704**)) Veni enim separare hominem adversus patrem suum, et filiam adversus matrem suam (He venido a enfrentar el hombre con su padre, a la hija con su madre) (Mat X, 35), porque inimici hominis, domestici ejus (sus propios familiares serán los enemigos de cada cual). Ya que frequenter amici carnales aversantur profectui spirituali: propinqui enim carnis in hoc negotio amici non sunt, sed inimici (frecuentemente los amigos carnales se apartan del progreso espiritual; los próximos según la carne no son amigos en este asunto, sino enemigos) (Santo Tomás). Moisés, estando ya para morir, dijo casi lo mismo de los levitas que habían obedecido el mandato del Señor: Qui dixit patri suo et matri suae: nescio vos; et fratribus suis: ignoro vos... hi custodierunt eloquium tuum et pactum servaverunt (El que dijo de su padre y de su madre: <>. El que no reconoce a sus hermanos y a sus hijos ignora. Pues han guardado tu palabra y conservarán tu alianza) (Deut XXXIII, 9). Es un sacrificio, pero Dios lo quiere y será divinamente recompensado. Tenemos la promesa del céntuplo en este mundo de cuanto hayamos abandonado, y de la vida eterna. La promesa es a quien reliquerit omnia (dejare todo). Mas quien tiene padres pobres, en la miseria, no entre en religión; quédese para ayudarles. Quien quisiera ayudarlos nunca podrá vivir con el corazón contento en la Congregación. Si los padres no son pobres, el religioso que se consagra por entero a Dios y posee algo, abandone la casa, el campo, la viña, el prado, todo lo que tiene, como quiere el Divino Maestro: Vendite quae possidetis et date eleemosynam (Vended lo que poseéis y dadlo en limosna). Y Jesús nos dio el ejemplo de esta pobreza. No tenía más que su pobre casa de Nazaret y la abandonó. Así que pudo decir: las zorras tienen su cubil, los pájaros su nido, pero el Hijo del Hombre no tiene donde reclinar su cabeza. Y si aún nos quedase alguna cosa: Quod superest, date eleemosynam (Lo que sobra, dadlo de limosna). Y entre los pobres >>no podría incluir a su Comunidad? Sit haeres, sed mater filiorum, id est gregis sui, Ecclesia, quae illos genuit, nutrivit et pavit (Sea heredero, pero madre de los hijos, esto es de su grey, la Iglesia, que los engendró, alimentó y educó) (San Juan Crisóstomo). Hay algunos que, movidos por las insinuaciones de los padres, olvidan las promesas hechas a Dios, y la finalidad de sus estudios es llegar al sacerdocio para procurar mayor desahogo a su familia. Dice san Jerónimo a Nepociano: Obsecro itaque te, et repetens iterumque monebo, ne officium clericatus antiquae militiae putes: idest no lucra saeculi in Christi quaeras militia (Vivamente te pido, y de nuevo te aviso repitiendo no creas que el ministerio de clérigo es el de la antigua milicia: es decir, no busques las ganancias del siglo en la milicia de Cristo). >>Les será fácil encontrar los medios? >>Estarán vivos para el tiempo calculado? >>No se encontrarán en necesidad? Mas >>por qué desconfiar de la Providencia? íRecemos! Cuando un hijo abandona a los padres para seguir la vocación, Jesucristo ocupa su lugar en la familia. Jesús nos da ejemplo del desapego que iba predicando. Y así responde a las dulces quejas de su santísima Madre, que lo había perdido: Quid est quod me quaerebatis? Nesciebatis quia in his quae Patris mei sunt oportet me esse? (>>Y por qué me buscabais? >>No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre? (Luc II, 49). (**Es9.628**))
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