((**Es9.614**)
Este artículo es muy importante, y se ha
observado que los coloquios del Superior con sus
subalternos dieron muy buenos resultados, porque
así, éstos pueden exponer con toda libertad sus
necesidades y pedir oportunos consejos, y el
Superior mismo estará en condiciones de conocer el
estado de sus hermanos, proveer a sus necesidades
y tomar decisiones que facilitan la observancia de
las reglas y el provecho de toda la sociedad.
Parece que esto es lo que quiere indicar el
Espíritu Santo, cuando dice: Vae soli, quia quum
ceciderit, non habet sublevantem se (Ecl. IV-10)
íAy del solo, que si cae, no tiene quien le
levante! Después añade: Para el que vive en
sociedad, si uno cae o se encuentra en peligro de
caer, el otro le levanta y en cierto modo queda
apuntalado en su caída. Si unus ceciderit, ab
altero fulcietur (Idem).
De este modo, dice santo Tomás, el religioso
consigue su fin, es avisado en los peligros y
tiene quien le ayude en caso de caída. Juvatur a
sociis ad resurgendum (Es ayudado por los hermanos
para levantarse).
Para que se pueda lograr esta ventaja en
nuestra Sociedad se determinó establecer algunas
cosas que se pueden llamar consecuencias prácticas
del artículo arriba citado.
((**It9.689**)) 1.°
Todos los meses se darán dos conferencias, una de
ellas para leer y explicar sencillamente las
reglas de la Congregación; la otra sobre materias
morales, pero de un modo práctico y adaptado a las
personas a quienes se habla.
2.° Todo socio se presentará una vez al mes al
Director de la casa y, si tiene alguna duda en
cuanto a la observancia de las reglas, lo
expondrá, pidiendo los consejos que le parezcan
para su provecho espiritual y material.
El Director, por su parte, oirá todo con la
debida caridad, durante un tiempo prudencial; aún
más, procurará interrogar separadamente a cada
socio sobre la salud, los deberes que tiene, la
observancia religiosa, los estudios o trabajo que
debe atender. En fin, procurará animarle, ayudarle
de obra y de palabra para ponerse en situación de
poder gozar de la paz del corazón con la
tranquilidad de conciencia, que debe ser el fin
principal de todos los que forman parte de esta
Pía Sociedad.
3.° Por regla ordinaria el Director de cada
casa dará cuenta exacta una vez al mes al Rector
Mayor del estado moral o sanitario de los hermanos
y presentará una relación sobre la marcha material
de la casa que le ha sido confiada.
Hay que notar una pequeña excepción para la
casa Madre. Los
(**Es9.614**))
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