Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es9.577**) <>De haberme quedado allí, hubiera podido contemplar el hecho prodigioso que aconteció con todas sus circunstancias; pero me lo contaron todo unos instantes después los muchachos que estuvieron presentes. >>Bajó don Bosco a la sacristía, y aquella anciana, que era tía de la niña, le presentó a la pobre ciega para que la bendijera. >>->>Cuánto tiempo hace que tienes malos los ojos?, preguntó a la niña. >>-Hace mucho que sufro, pero que no veo hará unos dos años. >>->>Habéis consultado a los médicos? >>Qué dicen? >>Has usado los remedios que te han mandado? >>->>Remedios? Imagínese, respondió la tía, si habremos ((**It9.646**)) empleado remedios. Pero ninguno ha sido eficaz. Dicen los médicos que los ojos están destrozados y no dan ninguna esperanza. >>La pobrecita niña lloraba y don Bosco le dijo: >>->>Distingues los objetos grandes de los pequeños? >>-No distingo nada, absolutamente nada, contestó María. >>-Quitadle esa venda, dijo el Siervo de Dios. >>Hizo que llevaran a la niña junto a una ventana muy iluminada y le preguntó: >>->>Ves la luz de esa ventana? >>-íPobre de mí! íNo veo nada! >>->>Quieres ver? >>->>Ver? Lo deseo más que nada de este mundo... íQué triste es mi suerte! >>Y sollozaba. >>->>Te servirás de los ojos para bien del alma y no para ofender a Dios? >>-Se lo prometo con todo mi corazón. >>-Tú volverás a ver. (**Es9.577**))
<Anterior: 9. 576><Siguiente: 9. 578>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com