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((**Es9.56**) Escribo una cartita para la marquesa Marini, a quien le ruego se sirva entregar. En cuanto a su vuelta, si puede organizar las cosas de la condesa Calderari para quedar libre, venga para san Francisco de Sales, fecha en la que me place ver reunida toda nuestra familia. En este momento llega medio helado el caballero Villanova, que pregunta por usted y me encarga le salude, etc. Haremos en común oraciones especiales por la condesa Melingen, la benemérita María Vitelleschi, el marqués Cavalletti, y los que me cita en su carta. Hoy trece, el termómetro está a veintiún grados centígrados 1 hay sesenta centímetros de nieve y ningún joven enfermo. Todos le saludan. Habrá otra carta enseguida. Dios bendiga sus obras y créame en el Señor. Turín, 12 de enero de 1868 2. Afmo. amigo JUAN BOSCO, Pbro. Probablemente antes de que esta carta llegase a su destino, el caballero Oreglia escribía de nuevo a don Bosco con nuevas peticiones de oraciones. íEs admirable la confianza que los romanos tenían en las oraciones del Siervo de Dios! Roma, 15 del 1868 M. R. don Bosco: El doctor Tancioni, que, al igual que su familia, se siente interesadísimo por don Bosco, está gravemente enfermo: a la madre Presidenta de Tor de'Specchi le han hecho tres sangrías: el marqués Cavalletti está en peligro de muerte. Todas estas personas se encomiendan mucho a sus oraciones. Yo aconsejo a todos la novena y alguna limosna... ((**It9.48**)) La Duquesa de Sora renueva con muchas prisas su instancia para saber si don Juan Turchi podrá atender a sus hijos... Insiste porque ya se ha despedido su preceptor. Espero lograr que se adopte El Joven Cristiano en las escuelas nocturnas de Roma. El duque Salviati me dijo que él mismo había mandado a usted una copia de las observaciones para Vigna Pía. Estuve hoy con el excelentísimo cardenal Consolini, el cual me habló con mucho interés de don Bosco y de Vigna Pía: yo no me declaré en ningún sentido y mientras, para mantener la conversación, emitía mi parecer, dije bien claro que yo no tenía encargo ninguno sobre el particular y que usted mismo vería las observaciones hechas por la Comisión y respondería enseguida a las que le comunicara el duque Salviati. Me habló mucho de su hermano el Marqués, de su muerte, y siempre llorando como un niño. Al final me entregó diez escudos de limosna para la 1 Sigo en mi opinión de que debían ser grados Fahrenheit, a pesar de que diga el texto grados centígrados: ía 21.° C, señores, no me digan que se pasa frío! (N. del T.) 2 Así consta en el original.(**Es9.56**))
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