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Vista la solicitud presentada por el Muy Rvdo.
Juan Bosco, Rector de la iglesia recientemente
((**It9.608**))
levantada en nuestra ciudad bajo la invocación de
la Inmaculada Virgen Auxiliadora, y considerado su
contenido, autorizamos con gusto los piadosos
deseos del orador para alimentar y aumentar la
devoción de los fieles a la Santa Madre de Dios y
al Augusto Sacramento de la Eucaristía y, de
acuerdo con el presente decreto, erigimos y
declaramos canónicamente erigida para los fieles
de uno y otro sexo, en el altar mayor de dicha
iglesia, la piadosa Sociedad que llevará por
nombre Asociación de devotos de María Auxiliadora,
de modo que todos los que se inscriban en ella, y
cumplan las obras prescritas, puedan participar en
los Tesoros de la Iglesia. Y puesto que hemos
conocido que los Estatutos igualmente presentados
a Nos y por Nos firmados son a propósito para el
gobierno e incremento de la piadosa Asociación,
Nos la aprobamos, reservándonos la facultad de
añadir o variar las cosas que juzguemos ser de
mayor utilidad para dicha piadosa Asociación.
Queremos que este nuestro decreto, con la
solicitud arriba mencionada y con los Estatutos,
sea consignado en los Registros de nuestra Curia y
que se entregue al Orador un auténtico ejemplar
del mismo.
Dado en Turín, el día 18 de abril de 1869.
>>
ALEJANDRO, Arzobispo
Teól. GAUDE, Pro-canciller.
El Siervo de Dios bendijo por ello al Señor y
completó enseguida el folleto ya preparado para
las Lecturas Católicas de mayo: Asociación de
devotos de María Auxiliadora, canónicamente
erigida en la iglesia a ella dedicada en Turín,
con un informe histórico sobre este título, por el
sacerdote Juan Bosco.
El Venerable expone así en el prólogo el
sumario de la materia, contenida en el librito.
Al lector
Se empezaba la construcción de la iglesia
dedicada a María Auxiliadora en Turín y ya se
hacían reiteradas peticiones para que se fundara
una piadosa asociación de devotos que, unidos por
el mismo espíritu de oración y de piedad, honraran
a la Madre del Salvador, invocada con el honroso
título de Auxilio de los Cristianos.
((**It9.609**)) Después
de la consagración del sagrado edificio, se
multiplicaron tales peticiones por todas partes y
por personas de toda clase y condición. Para
secundar este piadoso y general deseo se organizó
la Asociación, cuyo reglamento se expone
brevemente a continuación.
Precede un relato histórico sobre el título
María, Auxilium Christianorum; sigue después el
decreto de la erección canónica de la Asociación,
con las indulgencias concedidas y algunas
oraciones para comodidad de quien quisiere
servirse de ellas para dirigir los afectos de su
corazón a esta gran bienhechora de los míseros
mortales.
(**Es9.546**))
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