((**Es9.530**)((**It9.588**)) Don
Bosco experimentaba otra satisfacción al recordar
a muchos jóvenes en cuyos corazones había
encendido el más cálido amor a María Santísima y a
quienes, ya muertos, creía en el paraíso
intercediendo continuamente por él, ante el trono
de la Madre celeste. Con sobrada frecuencia, vivía
con el pensamiento en medio de ellos y exclamaba
conmovido: Benedictus Deus in sanctis suis
(Bendito sea Dios en sus santos). Tenía las
pruebas de su santidad en las gracias que decían
haber conseguido los que habían recurrido, ora a
uno, ora a otro de sus jóvenes, especialmente a
Domingo Savio. Desde 1868 a 1885, llegaron
informes de estas gracias a don Bosco.
Una, que se refiere al fin de marzo de 1869, es
la siguiente:
Era el año 1869, a finales de marzo, cuando fui
sorprendida por dolores agudísimos, ocasionados
por la rotura de una víscera orgánica; el exceso
de éstos me obligó a ponerme en cama. Por
casualidad, mientras estaba en cama oprimida por
los dolores, pude tener la biografía del joven
Domingo Savio, que leí en tres días. Después de
éstos se habían amortiguado un poco los dolores y
me levanté de la cama para recobrar fuerzas, con
la esperanza de descansar mejor después de alguna
hora. Pero fue al contrario, porque, acostada de
nuevo, me sorprendieron de repente unos dolores
tan fuertes que no podía estar acostada, ni tenía
fuerza para levantarme. Estaba sufriendo así
cuando, por cuatro veces, me vino el pensamiento
de consagrarme a Domingo Savio; tres veces me
resistí, pero a la cuarta me decidí y dije al
joven santito:
-Si es verdad que estás ya en el cielo, haz que
se calmen estos dolores, si ésa es la voluntad de
Dios.
((**It9.589**)) Dicho
esto, prometí hacer una novena de tres
padrenuestros, avemarías y glorias en su honor: y
enseguida empecé a rezar los tres padrenuestros.
íFue algo admirable! Terminaba el tercero cuando
me invadió un dulce sopor que, como un bálsamo,
calmó mis dolores e instantáneamente me dormí.
Media hora después desperté totalmente libre de
dolores.
JUANA
QUARATI
de
Bergamasco de Alessandria
Praesentibus ad decennium tantum valituris.
Datum Romae, apud S. Petrum, sub annulo
Piscatoris, die XVI Martii MDCCCLXIX, Pontificatus
Nostri Anno vigesimotertio.
N.
Card. PARACCIANI CLARELLI
N. B. Estas indulgencias fueron confirmadas in
perpétuum por breve del 1 1 de marzo de 1870.
(**Es9.530**))
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