((**Es9.51**)
que gastar durante la jornada todo el dinero que
poseía y no le quedaba más que una moneda de una
lira. Movido a compasión por el pobrecito le dijo:
-No tengo más que esta moneda; tomadla y que el
Señor os bendiga. Pero, antes de volver a casa,
pasad por el santuario de Nuestra Señora de la
Consolación a rezar una salve para que la Virgen
me mande otros auxilios.
-Dicho esto se marchó.
Una hora después, una persona le remitió un
paquete procedente de Roma, sin ni siquiera
decirle qué contenía. Creyó don Bosco que se
tratase de estampitas. Pero íqué!
Desató el paquete, lo abrió y se encontró con
mil seiscientas liras en billetes de banco, que le
vinieron muy bien para saldar algunas partidas de
la deuda que tenía>>.
El paquete, como se verá, habíaselo mandado el
conde de Maistre.(**Es9.51**))
<Anterior: 9. 50><Siguiente: 9. 52>