((**Es9.505**)
->>Está aprobada la Pía Sociedad?, siguió
diciendo el venerando sacerdote.
-íSí, está aprobada!
-Deo gratias! íAhora, muero contento!
Y sin añadir nada más, dio la vuelta, volvió al
Hospital y se metió en cama.
íQué amor y qué aprecio profesaba a don Bosco
el teólogo Borel!
Hacia 1870, repuesto un tanto de sus males, se
encontró un día por Turín con don Pablo Albera y
le dijo:
-Vosotros, los del Oratorio, creéis conocer a
don Bosco: pero no sabéis nada. íOh, si yo tuviera
tiempo para contaros las maravillas que sé acerca
de él, quedaríais estupefactos!
((**It9.558**)) El
Teólogo conocía íntimamente las cosas del Oratorio
y sabía muy bien el inmenso cariño que los
muchachos profesaban al Venerable, a quien tenían
por un santo extraordinario.
Don Bosco no tardó en ir al Arzobispado. Dice
la Crónica de don Miguel Rúa:
<<6 de marzo. Don Bosco presenta a nuestro
señor Arzobispo el decreto de aprobación de la
Congregación o Sociedad de San Francisco de Sales,
con una carta de acompañamiento expedida en
Roma>>.
El Decreto decía:
DECRETO 1
La salvación de las almas, confiadas a los
cuidados de Nuestro Santísimo ñor Papa Pío IX por
el Príncipe de los Pastores, le convierte en
vigilante continuo a fin de que no deje nada por
probar, para que la Sacrosanta Fe Católica, sin la
cual es imposible agradar a Dios, florezca siempre
y se extienda por todas las partes de la tierra.
Por eso distingue con su singular benevolencia
Apostólica a aquellos eclesiásticos que, reunidos
en sociedad, atienden a la juventud, la instruyen
en el espíritu de la ciencia y de la piedad y con
toda solicitud ((**It9.559**)) y
esmero procuran alcanzar abundantes frutos de
virtud y honradez en la viña del Señor. En cuanto
Su Santidad conoció que entre semejantes
Sociedades se hallaba la Pía Congregación de
religiosos, que, con el nombre de San Francisco de
Sales, fue erigida en Turín en 1841 por
1 DECRETUM.-Salus animarum, quarum curam a
Principe Pastorum accepit SS. D. nus N. Pius PP.
IX, continuo Eum vigilem reddit, ut nihil
inexpertum relinquat, quo sacrosanta Catholica
Fides, sine qua impossibile est placere Deo,
ubique terrarum vigeat semper, atque augeatur.
Quocirca singulari sua Apostolica benevolentia eos
potissimum ecclesiasticos viros prosequitur, qui
in Societatem adunati, iuventutis curam
suscipiunt, eam spiritu intelligentiae ac pietatis
imbuunt, omnique studio et contentione, uberes in
vinea Domini fructus virtutis et honestatis
afferre conantur. Quum Sanctitas Sua inter
huiusmodi Societates accenseri noverit Piam
Ecclesiasticorum Virorum Congregationem, quae a S.
Francisco Salesio nuncupata, anno 1841, a
sacerdote Ioanne Bosco, Augustae Taurinorum erecta
fuit, illam sub die prima
(**Es9.505**))
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