((**Es9.445**)
Sus instancias y evidentes razones obtuvieron
corteses seguridades de que, con toda
probabilidad, no sería aprobada la ley; ((**It9.488**)) aunque
había poco que esperar, si se tenía en cuenta el
ánimo de los legisladores.
Y seguían llegando cartas de Florencia a Turín,
portadoras de noticias de don Bosco.
Caballero Oreglia:
He aquí las óptimas novedades de nuestro
amadísimo don Bosco, que me encarga le dé mil
cordiales saludos. Temo, sin embargo, que su
viajecito por aquí, esté resultando infructuoso
para sus jóvenes, pero hágase la voluntad de Dios.
Para nosotros, y singularmente para mí, ha sido un
verdadero placer. Bendito sea Dios. Yo me esmero
cuanto puedo, pero no soy la marquesa Villarios.
Don Bosco le ruega que le envíe veinte ejemplares
de El Católico Instruido, tres de ellos
encuadernados;
doscientas medallas del Santísimo Sacramento y
María Auxiliadora: cien con la oración impresa.
11-1869.
JERONIMA UGUCCIONI
De todas partes pedían medallas al Oratorio.
Por ejemplo, la princesa Elena de Soresina Vidoni
escribía desde Cremona al Caballero, el 12 de
enero: <>.
María Auxiliadora ya era llamada: La Virgen de
don Bosco.
Le llegaba otra carta al Caballero:
Señor Oreglia:
He pasado una jornada deliciosa, casi toda en
compañía de nuestro don Bosco, quien le saluda y
dice que ha comprendido todo lo que usted pone en
su carta y que le contestará extensamente antes de
salir de Florencia, si puede; de otra suerte, en
llegando a Roma donde, según parece, estará el
viernes por la mañana, 15.
12-1869.
JERONIMA UGUCCIONI
Este día, que don Bosco pasó por entero en casa
de los Uguccioni, constituyó un apreciadísimo
regalo para aquellos nobles señores, que sabían el
poco tiempo de que disponía.
(**Es9.445**))
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