((**Es9.44**)
-Los males pasados te sirvan de lección para el
porvenir.
-Inchoantibus praemium promittitur,
perseverantibus datus. (Se promete el premio a los
que empiezan, y se da a los perseverantes).
-Te espera un gran premio; no pensar en la
fatiga.
-La comunión frecuente y la meditación harán tu
dicha.
-La arrogancia y el tiempo perdido serán dos
espinas en punto de muerte.
-Vete con los buenos y atente a los consejos
del confesor.
-Huye de la vanidad y de la pereza. Haz alguna
visita a Jesús Sacramentado.
-Emplea el tiempo; frecuenta la comunión; sé
obediente.
-Ten ánimo; haz el bien; no atiendas a nadie.
-Si quieres el premio, sigue comulgando
frecuentemente..
-El que tiene conversaciones malas, es ministro
de Satanás. Corrígete.
-Recurre frecuentemente a María, y adelante.
-Vete con los buenos, frecuenta la comunión y
ten ánimo.
->>Por qué piensas tanto en casa? >>Por qué no
piensas más en el alma?
-Pon en práctica los propósitos de la
confesión.
-Atiende a la meditación y a la lectura
espiritual. Te son indispensables. Frecuenta la
comunión.
-Dios quiere algo más: ámalo; frecuenta la
comunión.
-Aún tienes tiempo, pero íay! si lo difieres.
Huye del ocio.
-Ama más el alma, menos el cuerpo: ánimo,
mientras tienes tiempo.
-El mundo te engaña; escucha a Dios que te
tiene preparado un gran premio.
((**It9.35**)) -Tu
tibieza y tu indiferencia te exponen al peligro de
perderte.
-Guárdate de los malos consejeros: hazte amigo
del Director y de tu maestro.
-Animo, frecuenta la comunión, huye del ocio.
-María te llama, ánimo, escúchala y en guardia
con todos.
-Sé humilde, haz mejor la meditación.
-Busca buenos consejeros, de otro modo estás en
peligro.
-Lava con frecuencia tu alma y pon en práctica
los consejos del confesor.
-No escondas el veneno en el pecho: búscate
mejores compañeros.
-Ten más confianza con tus superiores y sigue
sus consejos.
-Huye del ocio, haz mejor la meditación.
-Sé menos bufón y más devoto y diligente.
-Haz el bien y no mires a quién; estás a
tiempo.
-Tus hermanos esperan de ti buenos ejemplos y
buenos consejos.
-La meditación, la lectura espiritual y la
comunión frecuente serán tu fortuna si las haces
bien.
-Si no abandonas el vicio que tú sabes, te
preparas un triste porvenir.
-Confianza con tus superiores: pon en práctica
los consejos del confesor.
-El mundo paga mal; frecuenta los buenos
compañeros y la comunión.
->>Por qué no corriges el pasado? >>Por qué
perseverar en el vicio? Recurre a María y te
ayudará.
-El mundo engaña, Dios sólo da el premio
verdadero: invócale.
-Los consejos de tus superiores sean la norma
de tus acciones.
-Una buena enjabonadura del alma y después huye
del vicio.
-Da siempre buen ejemplo y frecuenta la
comunión.
-Dios no está contento de ti; se requiere un
cambio radical.
-La obediencia y la diligencia te aseguran el
camino del paraíso.
-No mires el trabajo sino el premio que Dios da
a quien le sirve.(**Es9.44**))
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