((**Es9.421**)((**It9.460**)) Para
don Bosco: Que mientras se ocupa del bien del alma
de los demás, no se olvide de la suya. Para el
Prefecto: Paciencia con todos. Para todos los
demás sacerdotes, clérigos, asistentes y maestros,
en general: Que vigilen. A los asistentes:
Puntualidad en sus propios deberes. A los
maestros: Que impidan las malas conversaciones,
que hagan bien a todos y no hagan mal a nadie, que
pregunten con frecuencia a sus alumnos en clase. A
todos en fin: Que hagan todo para dar gloria a
Dios. A los empleados en trabajos materiales: Haga
cada uno lo que pueda para ser diligente en el
desempeño de sus propias obligaciones y oficios. A
todos los alumnos, estudiantes y aprendices del
primero al último: Evitar las malas conversaciones
contra las costumbres, contra la religión o contra
las prácticas de piedad.
>>Por qué, diréis vosotros, insiste tanto don
Bosco en que se alejen las malas conversaciones?
>>Por qué? Corrumpunt bonos mores colloquia mala.
Las conversaciones malas son la causa desastrosa
de la ruina de las almas. Lo dice san Pablo. Yo ya
preveo que algunos de vosotros serán expulsados
del Oratorio porque tendrán malas conversaciones.
Estos están aquí ahora, me oyen y aún tienen
tiempo para enmendarse. Sed agradecidos a don
Bosco y a todos los demás que se ocupan de vuestro
bien. >>De qué manera? Dejen los malos de
escandalizar, pongan buena voluntad para
enmendarse, porque de otro modo tendrán que ser
enviados a su casa.
Debo, sin embargo, decir que preveo mucho bien
para este curso.
Entre tanto os digo que llevo entre manos un
asunto de gran importancia y deseo que, del 7 de
enero al 7 de marzo, se rece cada día un
padrenuestro, avemaría y gloria a Jesús
Sacramentado y una salve a María Auxiliadora. El
que comulgare con este fin, hará algo muy bueno.
Por lo demás, os recomiendo que recéis y
comulguéis por vuestros padres, hermanos, hermanas
y bienhechores que se ocupan de vuestro bien y se
sacrifican por vosotros. Sed agradecidos. Haced
también alguna mortificación para aliviar a los
propios padres difuntos de las penas del
purgatorio. >>Quién, de vosotros, no tendrá entre
los difuntos un hermano o una hermana, un amigo,
un bienhechor? Pues bien; haced algo por ellos,
como por ejemplo una comunión, una oración, una
visita, etc. Todos ellos nos han favorecido de
alguna manera. Hacer un bien a un desagradecido es
hacer un mal, dice un poeta profano. Sed, pues,
agradecidos a los beneficios y a vuestros
superiores, a vuestros maestros y a todos los que
colaboran para vuestro bien.
No sabemos si acabaremos todos este año, pero,
ante esta incertidumbre, estemos todos preparados.
Yo encomendaré vuestras almas al Señor y vosotros
rogad por mí, para que, al llegar la muerte, nos
encuentre a todos bien preparados.
Una cosa más: acordaos de entregar el dinero al
Prefecto. Nadie haga compras fuera de la casa.
((**It9.461**)) Ahora
digamos dos padrenuestros y avemarías: uno, con el
gloria, por nuestros padres y bienhechores, y
otro, con el requiem, por nuestros compañeros
difuntos: más una salve a la Virgen.
Las exhortaciones de don Bosco a los alumnos
del Oratorio y las cartas a los de Mirabello y
Lanzo, pretendían alejar el pecado, promover las
vocaciones al estado eclesiástico y religioso y
obtener de Dios que la Iglesia aprobara la Pía
Sociedad. La bondad divina le
(**Es9.421**))
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