Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es9.418**) años. Era verdaderamente el banquero de la Divina Providencia para los pobres, pues no hay en Turín un centro benéfico, una iglesia, una obra pía de cualquier clase que no haya recibido de este piadoso bienhechor grandes ayudas. Sabemos de alguno de estos centros que recibió varias decenas de miles de liras. De pocos se podrá decir, como del banquero Cotta, con toda verdad que transiit benefaciendo (pasó haciendo el bien). Por lo demás, sus buenas obras no se limitaron a la beneficencia, pues es sabido que muchos, por un motivo o por otro, se prodigan socorriendo las miserias del prójimo, pero no se preocupan tanto de la e integridad de costumbres y de los deberes religiosos. El banquero Cotta, como buen cristiano, unía la limosna a los ejercicios de piedad cristiana y la práctica de las virtudes evangélicas. Muere, pues, llorado por los pobres, cuyo padre era pater pauperum, y por todos los que le conocieron como hombre provisto de las más bellas dotes, adornadas con su sencillez y modestia. Y en una ciudad como Turín, donde, gracias a Dios, abundan los acaudalados que dividen generosamente sus haberes con los pobres, el banquero limosnero dejará de sí memoria imperecedera. ((**It9.457**)) El mismo periódico escribía el martes, 19 de enero de 1869: EL COMENDADOR COTTA He aquí las palabras con las que el presidente del Senado, Gabriel Casati, elogió al comendador Cotta: <>. (Actas Oficiales, número 322, pág. 1149). Don Bosco aplicó sufragios por la bendita alma de su amigo al que no cesó de proponer como modelo de sus bienhechores. Por fin envió a cada casa el aguinaldo esperado. Al comunicarlo a Mirabello, agradecía al Director la generosa cantidad que le había mandado. (**Es9.418**))
<Anterior: 9. 417><Siguiente: 9. 419>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com