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((**Es9.370**) -Dos sencillas palabras. Estamos a principios del curso: guardémonos bien de dos defectos que se oponen al cumplimiento de nuestros deberes. Frente a la ciencia, está doña Pereza, la cual hace que uno no estudie. Y está doña Desidia, la cual procura que uno haga con desgana las prácticas de piedad. Anímense mientras tanto los buenos y no se dejen amedrentar por lo que dicen los malos, y los malos guárdense de no burlarse de los que practican la religión. Sé, por ejemplo, que el año pasado se llamaba ((**It9.401**)) Bongiovannistas a los muchachos piadosos: no puedo oír esta palabra más que con pena, porque trae el recuerdo de un sacerdote, don José Bongiovanni, que dejó tras sí fama de buen clérigo y buen sacerdote. Recomiendo, pues, a los maestros, a los asistentes, a todos los clérigos que vigilen. Y si oyen todavía a alguno proferir esta palabra me lo digan: lo mismo de cualquier otro que se burle de un compañero porque practica la religión. No se tolere de ningún modo lo que acarrea desprecio a la religión y la piedad. Algunos de estos burlones vinieron de casa con un aire despectivo y altanero, y demuestran creerse quién sabe qué cosa. íPobrecitos! >>Habrá que rebajar luego la pensión, a ellos o a los otros, que son buenos? Hoy mismo me han dado una nota de estos amos del mundo, que no son pocos. También de los que piden rebaja de pensión y de los que están aquí a prueba. Hagamos así: pongámonos todos a practicar la virtud y de este modo haremos algo grato a Dios, primero, y después, también a los superiores. 3 de noviembre de 1868 Don Bosco recomendó a los jóvenes que empezaran a estudiar con ahínco. No perder tiempo con la ociosidad y las lecturas inútiles. Prestar la máxima atención a las explicaciones de los maestros. Cuando no se entienda algo, pídanse explicaciones. No descorazonarse frente a las dificultades. San Jerónimo nos da ejemplo de constancia en el estudio de las Sagradas Escrituras. Tomó a su cargo la traducción de la Biblia del hebreo al latín, y se retiró para ello a una cueva. Después de haber dedicado largo tiempo a su estudio, no lograba resolver algunas dificultades. Tomó entonces la determinación de suspender el trabajo. Pero un día salió de la cueva y vio una roca en la que había un agujero excavado. Se paró a pensar cómo se había podido producir aquel agujero y dedujo que se había hecho, con el andar del tiempo, al caer en el mismo punto las continuas gotas de agua de una gotera. Y dijo para sí: -Quién sabe si no es esto un aviso de Dios, para que no me desanime, y prosiga mi intento. Si una gota de agua pudo con el tiempo horadar esta piedra, también yo podré sacar provecho de mi estudio con la constancia. Y a continuación fue a clase con un doctísimo rabino y terminó su magnífica empresa con incalculable provecho para toda la cristiandad. Gutta cavat lapidem (Una gota horada la piedra). 4 de noviembre de 1868 Don Bosco habló de la atención, del respeto, de la caridad que en toda circunstancia debe prestar un alumno a sus compañeros, sin excluir a ninguno y sin acepción de personas. Por tanto, hay que tratar lo mismo al que es amable que al que es vulgar; al elegante en su persona que al deforme y ((**It9.402**)) feo; al que es rico y va bien vestido y al que es pobrecito y va cubierto de andrajos; al de brillante talento y al necio; al iracundo y perverso y al amable y cortés; etcétera. >>Y por qué? (**Es9.370**))
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