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Con el canto del himno de acción de gracias y
la renovación de los votos de los profesos,
terminaron los ejercicios el 26 de septiembre. El
25 habían emitido los votos perpetuos el clérigo
José Bertello y José Rossi. El 25 de diciembre de
1868, tres novicios, dos clérigos y un coadjutor
emitían en Lanzo los votos trienales. Los nuevos
novicios se habían inscrito en la primera tanda de
ejercicios.
Durante la segunda don Bosco recibió una
agradable carta del Sumo Pontífice, a quien él
había informado de la solemne consagración de la
nueva iglesia, acompañando el relato con algunas
medallas conmemorativas.
PIO PP. IX.
Al amado Hijo, salud y Bendición
apostólica
Nos, hemos tenido casi la misma alegría que tú
y tus celosos seguidores habéis experimentado,
cuando, a través de tu carta, hemos sabido que se
había terminado en esa nobilísima ciudad y ya
estaba consagrado a Dios el nuevo templo ((**It9.358**))
dedicado a la Beatísima Virgen Auxilio de los
Cristianos. Aunque Nos, no hayamos podido asistir
a ese festivo espectáculo, sin embargo casi has
sabido hábilmente poner ante nuestros ojos la
fachada de la iglesia, con las medallas tan bien
cinceladas, que nos mandaste, y contemplar la
imagen de la Madre de Dios. Ayudará, en adelante,
muchísimo a aumentar nuestra confianza la vista de
esta imagen, ya que somos del parecer que no
sucedió sin un divino designio, que, mientras los
impíos renovaron cruel guerra contra la Iglesia
Católica, se honraba con nuevos honores a la
celestial Patrona con el título de Auxilio de los
Cristianos. En efecto, Nos, bajo su protección
nutrimos la confianza de que, protegidos por la
divina providencia, nos veremos libres de los
males presentes y que saldremos, de nuevo, sanos y
salvos de nuestros enemigos. Entre tanto, para
testificar nuestra gratitud y benevolencia,
impartimos de todo corazón para ti, para los
piadosos sacerdotes que trabajan contigo y para
los muchachos, confiados a tus cuidados, la
Bendición apostólica, como prenda de nuestro gran
afecto.
Dado en Roma, a 23 de septiembre de 1868,
vigésimo tercero de nuestro pontificado.
PIO P.P. IX 1.
1 PIUS P.P. X.-Dilecte Fili, Salutem et Ap.
Bened. Eadem ferme laetitia, quae te, tuique zeli
imitatores perfudit, Nos etiam affecti sumus
agnoscentes ex litteris tuis perductum fuisse ad
exitum in isthac urbe praenobili, Deoque dicatum
novum templum, quod nomine Beatissimae Virginis
Auxilii Christianorum nuncupatur. Nam quamvis
iucundo rei praesentis adspectu frui nequivimus,
tua tamen industria assequuti sumus, ut oculis
pene subiectam extimam templi faciem haberemus in
numismatibus, quae misisti, affabre caelatam, et
ipsam Deiparae imaginem intueremur. Huius autem
sacrae Iconis adspectus ad augendam fiduciam
nostram valebit plurimum: non enim sine divino
consilio credimus obtigisse, ut, bello acriter
instaurato ab impiis contra catholicum nomen,
Patrona Caelestis sub appellatione Auxilii
Christianorum
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