((**Es9.317**)
He aquí otra gracia que el Siervo de Dios
obtenía de la Virgen con la bendición sacerdotal,
como se ve por la siguiente declaración:
En otoño de 1868 José Fassio, hermano de don
Miguel, padecía de epilepsia. Dado que no
mejoraba con los remedios de la ciencia, intentó
la curación con los sobrenaturales. Su hermano
Santiago, entonces aprendiz en la escuela de don
Bosco, dijo a José:
-Ven a Turín: que te bendiga don Bosco y
sanarás.
Hizo enseguida el viaje a pie, desde
Revigliasco a Turín, con la fe de que la
incomodidad del viaje le ayudaría a alcanzar más
fácilmente la gracia. Llegó a Turín y se presentó
a don Bosco, que le recibió en su habitación.
Preguntóle éste por su conducta, si recibía los
sacramentos, etc. Después, le hizo arrodillarse y
le bendijo. La bendición produjo su efecto. Allí
se acabó la enfermedad. Tiene ahora cuarenta y
ocho años, no siente la menor incomodidad y por
eso dice que es don Bosco quien le ha curado.
Revigliasco de Asti (Alessandria), 3 de enero
de 1899.
Su seguro servidor
SEGUNDO NAVONE, Párroco
((**It9.341**))
Mientras acontecían los hechos narrados en los
capítulos precedentes, algunos consejeros habían
sugerido al Arzobispo, tal vez con buen fin, que
no diera por válidos los ejercicios espirituales
que los clérigos del Oratorio harían en Trofarello
como preparación a las órdenes de las témporas de
otoño. Se quería que fueran a hacerlos en el
seminario o en la casa de los Sacerdotes de la
Misión (Paúles), con los demás clérigos de la
diócesis. Se comunicó la decisión al Siervo de
Dios. Y don Bosco envió a don Juan Cagliero al
Arzobispo, que se encontraba en Carmagnola, para
que le persuadiera de que revocara la orden. Por
razones que no podían exponerse a cualquiera,
pretendía también el Venerable remover aquel
obstáculo. En realidad, durante los últimos
ejercicios hechos en el seminario, alguno había
intentado, con viva insistencia, promover
deserciones de la Pía Sociedad.
El Arzobispo escuchó a don Juan Cagliero y,
ante la simultánea intromisión de monseñor
Gastaldi, Obispo de Saluzzo, y haber sabido que el
Obispo de Asti permitía al diácono Fagnano
prepararse en Trofarello a la ordenación
sacerdotal, consintió.
Así que don Bosco, el 12 de septiembre, fiesta
del Dulcísimo Nombre de María, convocaba en la
casa de Trofarello a la mitad de sus salesianos,
comprendidos los ordenandos, para la primera tanda
de ejercicios espirituales. El mismo Venerable
predicó las instrucciones y don José Bona, de
Brescia, las meditaciones.
(**Es9.317**))
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