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el cual había dicho que, dada la lejanía, quizás
no volverían a verse hasta el valle de Josafat,
exhortó a todos a rogar ad invicem para
encontrarse juntos en el paraíso. Añadió que
aquellos cordiales agasajos, aquellos rostros
ingenuos, satisfechos, risueños, le alegraban,
pero hacían que se marchara con envidia en el
corazón, por no tener él todavía en su diócesis
una casa y un grupo semejante de jóvenes
escogidos. <((**It9.309**)) lo que
él hizo e imitadle. íQuién sabe si alguno de
vosotros no llegará a parecérsele en todo y ser
otro san Luis! Veo que algunos se sonríen: eso
prueba que están contentos y quieren conseguirlo
decididamente. >>No es cierto? Os doy, pues, las
gracias de todo corazón. Me acordaré siempre de
vosotros; rogad por mí>>.
Por la tarde predicó espléndidamente monseñor
Ferré. Empezó hablando de la utilidad de festejar
a los santos. Luis llegó a santo haciendo todo lo
contrario de lo que hace el mundo. Tres son los
vicios principales del mundo: la soberbia, la
avaricia o sea el amor a las riquezas, y la
concupiscencia de los placeres. Y Luis se hizo
santo con la humildad, con la obediencia, con la
pobreza religiosa y con la mortificación y la
renuncia a todos los placeres.
Hubo luego procesión, en la que tomó parte el
Obispo, y dio la bendición. Fue llevado después a
la conferencia de los congregantes de la Compañía
de san Luis y les dirigió unas palabras de
estímulo diciendo:
-Sea Luis vuestro modelo, ayuda y aliciente
para la práctica de la virtud.
Un niño saludó así a monseñor Ferré antes de
que partiera:
Querido señor Obispo:
Me han dicho que sois un ángel. Yo no he visto
nunca ángeles; por eso os agradezco que os hayáis
dejado ver por nosotros. Os repito la plegaria que
mi mamá me enseñó a decir al ángel. Oídla:
-Angel de Dios que sois mi custodio, guardadme
en este día, iluminad mi entendimiento, dirigid
mis afectos y gobernad mis sentimientos para que
no ofenda jamás al Señor mi Dios. Así sea.
Mi querido ángel, os pido todavía una gracia:
como sois muy bueno yo la espero; quedaos siempre
con nosotros. Os haremos una hermosa iglesia, os
dedicaremos todos los días bonitas fiestas y os
querremos mucho, mucho; >>estáis contento? Decid
que sí; porque si no, os agarraremos por las alas
y no os dejaremos volar.
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