Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es9.285**) alegría que brilla en vuestro rostro, con las alabanzas e invocaciones que salen de vuestros labios en medio de una borrachera de alegría santa y divina que, a la vista de la magnificencia de esta casa, dedicada a la Señora, os inunda, vosotros, vosotros mismos seguís, perpetuáis, aumentáis la verdad, la certidumbre, la evidencia de la sentencia profética: Beatam me dicent omnes generationes. >>Pero si María, admirando las grandes cosas que había realizado el Omnipotente, colmada de confusión por su humildad, mas llena de gratitud hacia quien la había enriquecido con tan grandes dones, exclamó que todas las generaciones la bendecirían, su profunda humildad no la dejó entrever que sería invocada por todas las generaciones... >>Sería demasiado largo tejer la infinita serie de gracias que, por intercesión de María, llovieron en todo tiempo sobre la Iglesia. Pero >>qué necesidad hay de acudir a la historia de siglos pasados, si tenemos aquí, ante los ojos, este magnífico monumento de la protección de María, invocada con el título que le es tan grato de Auxilio de los Cristianos, que se ha hecho sentir en esta hora a quien con fe la invoca? Este templo, más que una invitación para recurrir a María en busca de gracias, es un himno de agradecimiento por los favores recibidos. Cada piedra, cada ladrillo, cada uno de los adornos que lo decoran, es un monumento de gratitud ((**It9.303**)) por un favor recibido con la simple invocación de María Auxiliadora, de modo que muy bien podemos decir que María inspiró la idea, dirigió la obra, la promovió, la alentó, la quiso y la edificó. Aedificavit sibi domum (Edificó su casa) (Prov. IX-1 ). Admiro la suntuosidad del edificio, la riqueza de mármoles, la preciosidad de objetos que lo adornan, pero más aún el prodigioso número de milagros con los que María lo edificó. >>Vengan el incrédulo y el sofista, contemplen esta mole y nieguen, si pueden, que es un prodigio de María. Prodigio de María, obrado en estos desgraciados tiempos en los que la navecilla de Pedro está tan agitada, los fieles atemorizados cuando no descorazonados, la Iglesia en aflicción y angustia, y obrado a propósito para presentarse en la mayor necesidad, como Auxilio de los cristianos, María Auxiliadora. Animo, pues, queridos oyentes. Este templo es una prueba evidente de las proféticas palabras divinas. >>Y quién no vuelve a animarse, quién no descansa más tranquilamente con la promesa divina de que portae inferi non praevalebunt, al ver que, para vergüenza de tantas guerras, la Iglesia triunfa y levanta magníficos trofeos por sus victorias y los fieles se enfervorizan para honrar a (**Es9.285**))
<Anterior: 9. 284><Siguiente: 9. 286>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com