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general e hizo una corta plática en la que
demostró cómo los hombres poseen un medio
eficacísimo para aplacar a Dios con la ofrenda de
Jesús Sacramentado.
<>. Desarrolló estos pensamientos apoyándose
en la autoridad de los libros sagrados y de los
santos Padres, con semejanzas y ejemplos análogos.
Por la mañana llegaron, procedentes de Mornese,
cuarenta padres de familia, con el Alcalde a la
cabeza y don Domingo Pestarino, en representación
del párroco; venían como delegados para presentar
los obsequios del pueblo y dar gracias a María por
los beneficios ((**It9.271**))
recibidos de Ella. Su aparición en el Oratorio
sorprendió a todos. Unos llevaban una gran gorra
encarnada a la cabeza; otros, un sombrero de ala
muy ancha; algunos vestían calzón corto y jubón y
otras prendas a la antigua usanza; pero todos,
amables y garbosos.
Se presentaron a don Bosco. Don Domingo
Pestarino, intérprete del pensamiento de todos,
pronunció este discurso ante respetables y
autorizados personajes:
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