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((**Es9.246**) en la enseñanza católica y correspondiendo ((**It9.257**)) siempre a las mismas con el afecto y las obras, podamos, después de acabar la mortal carrera, ser admitidos y formar parte con Vos en la feliz y gloriosa Jerusalén, por los siglos de los siglos. Así sea>>. Gracias sin cuento había ya concedido María a sus devotos y a los donantes para la construcción de su iglesia en Valdocco, y en aquellos días no sólo derramaba más abundantemente sus tesoros inagotables, sino que evidentemente, como madre ternísima, quiso glorificar a su Siervo de modo más claro y unir su nombre al suyo; los fieles adivinaron este misterio y llamaron a María Auxiliadora, la Virgen de don Bosco. Entró una paralítica en un carro, tirado por un borrico. Gritaba el carretero para lograr paso y acercarse a don Bosco. La gente no le dejaba avanzar y empujaba hacia atrás al borriquillo. Estaban ya a punto de llegar a las manos con el carretero. La enferma, que no podía moverse desde hacía mucho tiempo, impaciente por la tardanza, y viendo que era imposible adelantar, sin darse cuenta de ello, saltó del carro, se acercó a don Bosco entre la gente, y sólo cuando estuvo en su presencia advirtió que estaba curada. Sus gritos de maravilla eran repetidos por todos. Los padres, llorando de emoción, querían sacarla de allí. -íEstoy curada, estoy curada!, repetía ella sin cesar. -Ya lo vemos, le respondían; ívamos a casa! -No, replicaba la hija; antes quiero ir a dar gracias a la Virgen. Y entró en la iglesia. Escenas parecidas se renovaron durante los días siguientes y muchas otras veces en el transcurso de la vida del Venerable. El jueves, 11 de junio, tercer día del octavario y fiesta del Corpus, hubo desde la madrugada una gran afluencia de forasteros. El señor Obispo de Mondoví presidió la acostumbrada función de la mañana y dio su platiquita demostrando que la comunión frecuente es manantial inagotable de gracias celestiales. Después de ((**It9.258**)) muchas razones presentó el ejemplo de Santa Catalina de Siena, la cual, sin saber leer ni escribir, sacó del Santísimo Sacramento una ciencia extraordinaria divulgada en cuatro gruesos volúmenes de sus obras. <>. (**Es9.246**))
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