((**Es9.222**)
Deseoso, pues, de que ello se realice, le
adelanto que hoy mismo he expedido a la dirección
de don Bosco una discreta cantidad de velas y
hachas, que aquí empleamos para adorno de los
altares y especialmente para las lámparas de pared
que rodean las imágenes, las reliquias y también
el Sagrado Sacramento. Le comunico, pues, este
envío por si, con las muchas preocupaciones de
estos días, olvidase este digno sacerdote retirar
la caja enviada a su nombre.
Mientras tanto le doy, como de costumbre,
discretas y satisfactorias noticias de Moma y
bastante mejores de la nietecita Montauto que
indica estar próxima a la convalecencia de la
fiebre miliar que le aqueja desde hace unos veinte
días y, llegado el momento, espero que podremos
realizar nuestro viajecito ahí para las fiestas
con nuestra entera recíproca satisfacción.
Reciba los saludos de Moma, la cual, juntamente
conmigo, cuenta con sus oraciones y las de don
Bosco.
GERARDO UGUCCIONI
Otro bienhechor mandó cirios para los altares.
Faltaban las velas pequeñas para las misas y una
señora de Turín las envió. Hubo también un hermoso
regalo de blandones.
((**It9.228**)) El
mismo Sumo Pontífice había regalado su estupendo
cirio elaborado con gran maestría, que le había
ofrecido la Basílica Lateranense, con estas
palabras, escritas en el mismo cirio: S. Basilica
Lateranensis caput et mater omnium ecclesiarum (S.
Basílica Lateranense cabeza y madre de todas las
iglesias), que forman la inscripción colocada
sobre la puerta principal de la venerada Basílica.
De este modo, comentaba don Bosco, los
salesianos y sus alumnos tenían en cierta manera
al Vicario de Cristo ante el altar mayor con una
tea encendida para recordarles que su fe debe
estar siempre iluminada y dirigida por el Vicario
de Cristo, para que viva y dé fruto.
Otros bienhechores mandaban o prometían
obsequios en dinero para la nueva iglesia.
Casale, 3 de junio de 1868
M. R. y Venerable don Bosco:
Dentro de pocos días se consagrará y abrirá al
culto público la nueva iglesia, que el, celo y la
piedad de V. S. M. R. ha sabido levantar a la gran
Madre de Dios, María Auxilium Christianorum.
En esta ocasión encomiendo a sus oraciones a mi
querida esposa, para que Dios, por intercesión de
su gloriosa Madre, la cure totalmente de las
enfermedades que desde hace varios años le
atormentan dolorosamente. También hoy está
enferma.Hace ocho días que se ve obligada a
guardar cama y se encuentra muy postrada de
fuerzas. La Virgen Santísima no puede negar la
curación pedida a usted, que con tanto afecto y
actividad promueve su culto y veneración.
(**Es9.222**))
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