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Murió de repente pero no improvisamente, ya que el
mismo día comulgó y siempre estaba bien
preparado>>.
Pero tampoco era éste el segundo del sueño.
Habiendo preguntado a don Bosco, poco después de
la muerte del clérigo Mazzarello, contestó que el
segundo no haría más de tres veces el ejercicio de
la buena muerte, que su enfermedad duraría de ocho
a diez días, que sus padres irían a verlo, pero
que él no le asistiría en los últimos momentos.
Así lo escribió don Esteban Bourlot. Y la muerte
de Rossi había sido repentina.
He aquí cómo informaba don Juan Francesia del
suceso al caballero Oreglia:
19 de marzo de 1868
Muy querido señor Oreglia:
De nuevo le doy noticias de muerte. Espíritu
Rossi estaba vivo ayer a estas horas y hoy está
muerto. Fue a la cantina con intención de lavar
una cuba vacía, pero se rompió una duela, cayó
dentro y se asfixió. Después de tres horas de
inútiles pesquisas, finalmente se le pudo
encontrar, todavía caliente. Advierta que ayer era
el último día fijado por don Bosco para una muerte
y, como se cumplía con tan terrible exactitud, la
consternación fue inmensa. Precisamente hoy se
hacía el ejercicio de la buena muerte; uno no
debía hacerlo más y verdaderamente no lo hizo.
Pero ya sabe usted lo bueno que era Espíritu Rossi
y por la mañana había recibido su comunión. Así
que no hay nada que temer por su alma; esta muerte
ha sido un aviso saludable para nosotros. Esta
mañana ha habido prácticamente comunión general.
Se pudo contar que uno o dos, a lo sumo, no se
acercaron a los sacramentos, los otros hicieron
todos un buen lavado. Don Bosco recibió esta
dolorosa noticia con mucho sentimiento y se le ve
muy abatido...
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Escribiré a la señora Villarios un hecho singular
acaecido a primeros de esta semana.
Monseñor Gastaldi promete trabajos para la
imprenta... Vale, o dulcissime caput. (Adios, muy
amado jefe).
FRANCESIA, Pbro.
Al enterarse la marquesa de Villarios de esta
muerte, escribió a don Juan B. Francesia:
Roma,
23 de marzo de 1868
M. Rvdo. P. Francesia:
Nuestro Caballero me ha hecho saber el nuevo
prodigio obrado en estos días con el anuncio de la
muerte de ese pobre joven, acaecida de manera tan
inesperada...
Verdaderamente que ellos tienen la suerte de
vivir en medio de prodigios y cosas
extraordinarias; las continuas gracias obtenidas
de María Auxiliadora y las limosnas
(**Es9.114**))
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