((**Es8.99**)
Del mondo allo splendore, Y mundo
esplendoroso
Del miser lo squallore Nuestro
techo ruinoso
Degnasti visitar? Te dignas
visitar?
Bella speranza al popolo
Esperanza del pueblo,
In mezzo a cui tu vieni, Al que
dichoso vienes:
Possa tuoi giorni vivere, Que tengas
parabienes,
Calmi, dolci e sereni: Alegrías y
paz.
Mai sul tuo capo giovane, Que nunca
tu alma joven
Sull'alma tua secura, Sienta la
desventura:
Non strida la sventura, Su copa la
amargura
Non surga amaro dí. Nunca te
dé a gustar.
Terminada la recitación de esta poesía, de la
que se repartió un millar de copias entre los
asistentes, se leyeron otras poesías de
actualidad, se interpretaron varios números de
música vocal e instrumental y se recitó un diálogo
compuesto por don Bosco, en el que se hacía un
resumen de la solemnidad del día 1.
Terminada la agradable veladita, se cerró el
día con un sermón del canónigo Lorenzo Gastaldi 2
y una fervorosa acción de gracias al Señor con la
bendición con el Santísimo Sacramento ((**It8.103**)) en la
iglesia de San Francisco de Sales.
S. A. R. y el séquito habían dejado el Oratorio
a las cinco y media. Todos se mostraban plenamente
satisfechos.
Aquella misma noche tenía el augusto Príncipe
invitados a cenar algunos personajes distinguidos;
después de haberles narrado la hermosa función a
la que había asistido, dijo:
-Es algo verdaderamente maravilloso lo que hace
este pobre sacerdote: íojalá hicieran otro tanto,
si fueran capaces, algunos que se glorían de
grandes obras!
Y entre otras pruebas de agradecimiento,
conmovido por la recepción de los alumnos del
Oratorio, regaló una generosa cantidad de su caja
personal, para concurrir a las obras de la nueva
iglesia dando pruebas en su juventud de su
devoción a la gran Madre de Dios.
Al mismo tiempo, y habiendo sabido la afición
de los alumnos de don Bosco por los juegos
gimnásticos, dispuso que se les regalase parte del
material de su propio gimnasio.
1 Apéndice II.
2 Apéndice III.(**Es8.99**))
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