Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es8.887**)((**It8.1048**)) Programa El recurrir a la pública beneficencia con Loterías y Tómbolas ha llegado a ser un medio tan frecuente que no nos hubiéramos acogido a él, si no estuviésemos en cierto modo obligados a ello por una necesidad que no se sabe cómo resolver de otro modo. Por eso y con sólo mencionar estas necesidades, creemos haber puesto suficientemente de manifiesto el motivo de esta Tómbola. Creemos que es bien notorio cómo en Turín se han abierto desde hace varios años Oratorios masculinos en los principales barrios de la Ciudad, en los que se reúne el mayor número posible de muchachos que están en peligro. En ellos se entretienen con agradables y honestos esparcimientos después de haber cumplido con su deber religioso y se les anima con premios, con un poco de gimnasia y con escuelas. Un respetable número de sacerdotes, clérigos y piadosos señores prestan solícitos su labor enseñando el catecismo, velando para que cumplan sus deberes en los respectivos talleres a lo largo de la semana y colocando con buenos patronos a los desocupados. Se encuentran algunos, entre estos muchachos, tan pobres y abandonados, que no podrían prepararse para ningún oficio si no se les proporciona alojamiento, comida y vestido. A estas excepcionales necesidades atiende la casa llamada Oratorio de San Francisco de Sales. Los muchachos asilados en esa Casa están divididos en dos secciones: estudiantes y aprendices 1. Además de las clases diarias para los que se dedican al estudio, existen también las escuelas nocturnas, en las que se enseñan las ciencias elementales, el canto llano, la música vocal e instrumental. Estas clases son para los internos y para los externos. Surgió después una necesidad particular, la construcción de una iglesia. La que se había empleado hasta ahora apenas si tiene cabida para los alumnos de la casa, que al presente son casi ochocientos. Así, pues, la multitud de jovencitos que en más de un millar acuden al Oratorio de Valdocco, quedan fuera por falta de sitio. A tal fin se inició la construcción de una nueva iglesia bastante más espaciosa, destinada a los muchachos externos y también a los adultos. Ya se compró el terreno, se abrieron los cimientos y las obras han llegado rápidamente a la altura de la cubierta. Pero este edificio tan bien empezado, y cuya necesidad tanto se dejaba sentir, no se podría acabar si la beneficiencia pública no viene en nuestra ayuda. Con estos pocos datos resulta fácil comprender adónde se dirige el fruto de la Tómbola: el pago de los arriendos de los respectivos lugares, la manutención de las escuelas, el suministro de cuanto es necesario para el culto divino ((**It8.1049**)) en las tres iglesias. Proveer a las necesidades más urgentes de algurios, suministrar pan a los asilados, pagar las deudas contraídas por la construcción de una parte de la casa, continuar la edificación de la iglesia nueva son el objeto del grave gasto que tiende a cubrir la proyectada Tómbola. No se supo hallar otro medio más oportuno que éste, que tiende la mano a la grande y pequeña beneficencia en cualquier medida, y nos abre el camino para recurrir 1 Para que un joven pueda ser admitido en esta Casa como aprendiz, es preciso: 1.° que haya cumplido doce años y que no pase de los dieciocho; 2.° que sea huérfano de padre y madre; 3.° que sea totalmente pobre y abandonado. Para entrar como estudiante necesita: 1.° que haya terminado laudablemente la enseñanza elemental y quiera hacer el bachillerato; 2.° que sea recomendable por su moralidad y su aptitud para el estudio. Las demás aclaraciones se dan aparte. (**Es8.887**))
<Anterior: 8. 886><Siguiente: 8. 888>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com