((**Es8.886**)
Jesucristo, en medio de la alegría universal,
volvió a su Roma: donde en acción de gracias a su
celestial protectora, decretó que todos los años,
el día 24 de mayo, aniversario de su inesperado
retorno, fuese consagrado a María Auxilium
Christianorum.
Pero >>y no son también días de prueba y de
prueba terrible los días presentes? ((**It8.1047**))
Desgraciadamente, mientras Satanás emplea todas
sus artes para destruir la iglesia y con ello
subvertir todo orden, ha conseguido engañar a
tanta gente, que muchos no ven el precipicio en el
que podemos caer. Se declara la guerra a Dios, a
su Divino Hijo Jesús, a su Iglesia y a su Vicario.
Y además se hace la guerra a todas las virtudes: a
la justicia, a la humildad, a la obediencia, al
pudor; se hace la guerra a todos los derechos y
deberes de marido y esposa, de padres e hijos, de
propietarios y obreros; se quiere renegar de toda
máxima, todo principio, toda verdad; se desea el
caos, y se querría, con sacrílega e impía
arrogancia, destruir todo lo que hizo el sumo Dios
para rehacerlo todo según los caprichos del
orgullo y de la pasión.
>>Quién nos salvará? María, hermanos míos, es
siempre nuestro auxilio. María, la que salvó a
nuestro querido e inmortal Pío IX, María la que en
estos tiempos nos invita a acudir a Ella en Roma,
en París, en la Salette, en Vicovaro, en Rímini y
ahora en Spoleto con nuevos prodigios, Esa nos
salvará.
Abramos, pues, el corazón a la esperanza,
hermanos míos. María está con nosotros, si
nosotros ponemos toda confianza en su ayuda: y si
María está con nosotros, nosotros estamos seguros
de que la Religión, la Iglesia, el Pontífice, y
con ellos el orden público y la sociedad civil,
han de triunfar.
Alegrémonos, pues, de que esta nueva iglesia se
levante en honor de María, y esperemos que ella
nos estimule a todos nosotros para enriquecer y
embellecer enseguida la ciudad con nuevas iglesias
que son tan necesarias: y que en el porvenir serán
presentadas como un monumento de la protección de
María y de nuestra constancia en la fe. Porque se
dirá: cuando la herejía quería apagar la fe en
Turín, los turineses construyeron esta iglesia.
APENDICE N.° 4
( Véase la pág. 127)
TOMBOLA DE OBJETOS PUESTA
BAJO LA ESPECIAL PROTECCION
DE SUS ALTEZAS REALES
Príncipe AMADEO DE SABOYA, Duque de Aosta,
Coronel del 65 Regimiento de Infantería.
Príncipe EUGENIO DE CARIGNANO.
Princesa MARIA ISABEL DE SAJONIA, Duquesa de
Génova.
Príncipe TOMAS DE SABOYA, Duque de Génova.
Princesa MARGARITA MARIA TERESA.
En favor de los Oratorios masculinos de
Valdocco, Puerta Nueva y Vanchiglia en Turín y
para acabar una iglesia en Valdocco.
(**Es8.886**))
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