((**Es8.875**)((**It8.1033**))
APENDICES
APENDICE N.° 1
( Véase pág. 37)
INSTANCIAS AL GRAN MAESTRE DE LA ORDEN DE
SAN MAURICIO
I
Excelencia:
El sacerdote Juan Bosco, Director de la casa
llamada Oratorio de San Francisco de Sales,
respetuosamente expone a V. E. que se encuentra en
graves apuros económicos para proveer a las
necesidades de dicho Centro, en el que hay cerca
de ochocientos muchachos pobres, y para pagar
algunas deudas contraídas con el panadero y con el
empresario de una parte del edificio, cuya
terminación es indispensable para la buena marcha
de la casa. Si bien con el traslado de la Capital,
ha disminuido algo el número de bienhechores,
todavía hay dos caritativos señores dispuestos a
ofrecer cuatro mil liras cada uno para socorrer a
los pobres muchachos aquí asilados, si tuvieran la
esperanza de ser honrados con la cruz de San
Mauricio.
Uno de ellos es el abogado Marinetti de Asti,
domiciliado en Turín, jefe de procuradores, con
ejercicio ante la Real Corte de apelación y
tribunales. Es bienhechor de muchas obras
benéficas, entre las cuales está dicho Oratorio;
es Secretario de varias obras pías, entre las que
figura la de Santa Ana y San José, establecidas
junto al santuario de Nuestra Señora de la
Consolación. Tiene cuarenta años y está casado sin
hijos.
El otro es el químico farmacéutico José Ghiotti
de la ciudad de Ivrea, Capitán de la Guardia Real.
Ya es benemérito por haber renunciado para el bien
público a la paga correspondiente a su grado;
((**It8.1034**)) ha
suministrado gratuitamente medicamentos y prestado
sus cuidados y fatigas a los enfermos del cólera
en aquella Ciudad en 1854. Hace varios años que
entrega caritativamente todas las medicinas
necesarias a un asilo de muchachos pobres en la
misma ciudad de Ivrea.
Estos dos señores ya han ayudado en otras
ocasiones a los pobres muchachos de este
Establecimiento y ahora, en vista de la grave
necesidad del momento, ofrecen la suma indicada.
El que suscribe ruega humildemente a V. E. tenga a
bien satisfacer el deseo de estos dos insignes
bienhechores, asegurándole la más sentida y
duradera gratitud por parte de los pobres
asilados.
La mayor parte de estos muchachos han sido
enviados aquí por los alcaldes, gobernadores y
otras autoridades civiles. Cerca de treinta de los
que están todavía en el Establecimiento fueron
enviados por el Ministerio de Estado, para el que
siempre estuvo abierta esta casa...
Con el máximo reconocimiento augura a V. E.
todo bien del cielo y, con la esperanza de ser
atendidos en su demanda, se profesa
Su seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro. 1
1 Ambas instancias aparecen sin fecha.
(**Es8.875**))
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