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Ana en la iglesia de María Auxiliadora. Durante el
verano pasado, según recordará usted, yo le
escribí suplicándole rogara e hiciera rogar por el
marido de esta amiga mía gravemente enfermo y ella
prometía en tanto hacer una limosna para su
iglesia, si obtenía la curación del mismo. Y la
obtuvo con gran maravilla de todos, puesto que se
trataba de un caso desesperado... >>
((**It8.1023**)) Por
aquellos días, secundando los deseos de una buena
muchacha, que aspiraba a hacerse religiosa, don
Bosco la dirigía a la reverenda sor Eudoxia,
Superiora del Instituto de las Fieles Compañeras
de Jesús en Turín, mas sin olvidar el acabamiento
de la iglesia.
Benemérita Madre:
La portadora de la presente es la joven
Catalina Fissore, que querría consagrarse al
Señor, bajo su materna dirección. Goza de buena
salud, puede pagar una discreta pensión; y podemos
estar seguros de su conducta moral. Haga usted lo
que sea para mayor gloria de Dios.
Aprovecho la ocasión para augurarle a usted y a
sus religiosas y alumnas todas las bendiciones del
cielo con perfecta salud y vida feliz,
Muy agradecido, me profeso
De V.S.B.
Seguro servidor
JUAN BOSCO, Pbro.
P. S. -Todavía faltan algunos trabajos para
terminar la iglesia dedicada a M. A.: >>podría esa
Comunidad encargarse de alguno? Le acompaño nota.
Perdón.
La noche de Navidad celebró el Venerable las
tres misas de costumbre; la primera fue cantada y
con comunión general, las otras rezadas. Durante
los días precedentes había experimentado una gran
satisfacción. Don Pedro Racca, ordenado sacerdote
el 21 de diciembre, celebró su primera misa el 22
en el Oratorio con gran fiesta de los alumnos,
singularmente de los de su clase. Los nuevos
sacerdotes eran honrados después de la comida con
una velada en los pórticos:presidía don Bosco con
otros superiores y actuaban los músicos y se
declamaban diversas composiciones.
El Siervo de Dios había autorizado a don Pedro
Racca para que fuera a celebrar en Volvera, su
pueblo, donde era esperado con mucho cariño por
sus paisanos que le querían mucho desde niño.
Había ido alguna vez al pueblo, como clérigo, y
había sido ejemplarísimo. Dócil, humilde,
obediente. Era una delicia tratar con él. Se
prestaba ((**It8.1024**)) con
gusto para enseñar catecismo a los niños: les
alegraba con santos ejemplos y hechos edificantes
y les encaminaba suavemente
(**Es8.868**))
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