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semejante. Escríbame, y si fuere posible tener una
palabra de don Bosco, qué a propósito vendría...
FANNY
AMAT DE VILLA RIOS
La condesa Isabel Calderari, bienhechora del
Oratorio, apenas llegada a Turín en compañía de su
marido, cayó gravemente enferma con uno de esos
males que casi siempre tienen terribles
consecuencias. El caballero Oreglia acudió
inmediatamente al hotel para ofrecer sus preciosos
servicios a su amigo el Conde, que necesitaba
ayuda en una ciudad en la que era forastero.
Acudió también la duquesa B. Scotti Mezi, avisada
por don Bosco, y, aconsejándose con la marquesa
Fassati buscó, por medio de una religiosa de San
Vicente de Paúl, una buena enfermera para que
velase a la enferma durante la noche.
((**It8.893**)) Desde
Florencia la marquesa T. Nerli, como otras damas
de Roma, escribía al caballero Oreglia pidiéndole
afectuosamente noticias. Le decía: <>.
El mismo cardenal Antonelli enviaba una carta
al Caballero:
Ilmo. Señor:
Gran amargura me causaron las noticias que V.
S. Ilma. me daba en su carta del 1.° del corriente
sobre la extenuada salud de la bonísima condesa
Calderari. Pero abrigo la esperanza de que con la
ayuda divina y con continuos cuidados, pueda
recobrarse del todo. Agradezco sinceramente a V.
S. la asistencia que le prodiga y la parte que
toma en la aflicción del señor Conde. Estoy
también muy agradecido al incomparable don Bosco,
que no deja de prestar a la enferma los auxilios
espirituales: ruéguele, en mi nombre, que los
redoble. Haga todo lo que usted crea que puede
ayudar a la buena Condesa y dígame tranquilamente
si yo puedo contribuir de lguna manera a mejorar
su estado actual.
Le suplico finalmente, le manifieste cuánto he
apreciado el pensamiento que, en medio de la
enfermedad, tuvo, de enviarme su felicitación
juntamente con la de su esposo, expresando sus
deseos de prosperidad con ocasión de mi día
onomástico.
Presénteles los sentimientos de mi ánimo
reconocido asegurándoles que no les olvido en mi
pobres oraciones. Y mientras le confío estos
encargos, me es muy grato profesarme con todo
aprecio
De V. S. Ilma.
Roma, 3 de agosto de 1867
Seguro servidor
Card. ANTONELLI
Al señor don Federico Oreglia -Turín
(**Es8.760**))
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