((**Es8.74**)
Mientras tanto los periódicos de la revolución
anunciaban que las intrigas del partido fanático
habían estropeado todo, pese a las generosísimas
ofertas y condiciones hechas por el Gobierno al
Papa.
En ese sentido se redactó la relación hecha al Rey
sobre la misión de Vegezzi, pero Lanza, disgustado
e indignado, se negó a firmarla, por lo que estuvo
a punto de retirarse del Ministerio. Entonces,
para que no se conociese quién era el ministro que
no estaba de acuerdo con sus colegas, se decidió
que fuese firmada solamente por La Mármora 1.
Don Bosco fue informado de todas las fases de
estas negociaciones y experimentó una gran pena al
ver cambiadas y rotas las bases primitivas sobre
las que se habían fundado tantas esperanzas. Mas
no por eso se desalentó, y veremos más tarde cómo
se las arregló para que se reemprendiesen dichas
negociaciones.
Mientras tanto continuaba manifestándose el
odio inflexible contra la Iglesia que abrasaba el
alma de algunos sectarios de Tanucci.
El 1.° de julio publicaba la Gaceta Oficial del
Reino el decreto con el cual se promulgaba el
nuevo código civil, y se instituía legalmente el
matrimonio civil. El Senado había aprobado esta
ley el 29 de marzo, con setenta votos a favor
sobre ciento cuatro votantes.
En la ciudad de Ferrara, el 30 de julio, fueron
expulsadas de su monasterio las Teresianas
adoratrices perpetuas, para establecer en él un
hospital militar. Se dio a las monjas un día para
desalojarlo.
En Bolonia, en la tarde del 14 de agosto, se
ordenó a las Hermanas Salesianas, en número de
cincuenta, el desalojamiento del convento y centro
educativo antes de que llegara la noche.
No se les concedió ni siquiera la prórroga de
doce horas que habían pedido.
((**It8.72**)) El 25 de
agosto presentó al Rey el Ministro de Instrucción
Pública, Natoli, una relación con la estadística
de los institutos y colegios internados de
religiosos y religiosas, proponiéndole la
abolición de todos de un solo golpe. La
instrucción dada en los mismos -afirmaba él- no
está de acuerdo con las ideas que nuestra época ha
adoptado en materia de enseñanza. Los colegios e
institutos cuyo cierre pedía eran nada menos que
mil ciento doce.
El 30 de agosto escribían al Rey los cardenales
arzobispos de Benevento y de Nápoles, los
arzobispos de Sorrento y Reggio, los obispos de
Anglona y Tursi, Aquila, Nuoro y Patti, una
estupenda carta pidiendo volver a sus respectivas
diócesis, de las que habían
1 TAVALLINI, La vita e i tempi di Giovanni
Lanza, V. I, pág. 364.(**Es8.74**))
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