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El 20 de junio de 1867, moría Juan Bautista
Garando, de Ceres, a la edad de setenta y un años.
Hombre sencillo y trabajador, como el que más. No
obstante su avanzada edad, con sus trabajos e
interés desarrolló el taller ((**It8.848**)) de
cerrajería, que se hallaba en sus comienzos.
Obediente a los Superiores, amigo de sus alumnos y
muy querido por ellos, recayó durante la
convalecencia y, confortado con todos los auxilios
de la Religión, entregó su alma a Dios.
Estaban ya muy próximas las dos grandes fiestas
del Oratorio, que se celebraban no solamente en la
iglesia sino también fuera de ella: san Luis y san
Juan Bautista, con la fiesta onomástica de don
Bosco; la primera con su bonita procesión, y la
segunda con la velada en el patio, convertido casi
en un amplio anfiteatro. Hablaremos ahora de la
segunda, dado que la primera se trasladó al
domingo 7 de julio.
En aquella ocasión eran muchos los que deseaban
tener una fotografía de don Bosco; pero las que se
habían tomado en Turín eran pocas y no se habían
publicado, porque don Bosco era todavía muy reacio
a ello. Por el mismo motivo las fotografías de
Roma aún no habían sido enviadas a Turín por el
conde Vimercati, y en el Oratorio no había más que
una copia.
Un gran número de bienhechores de distintas
regiones pedían también noticias sobre la salud de
don Bosco con el mismo afecto que se tiene por un
padre o por un amigo queridísimo, y deseaban estar
enterados de los festejos que se le iban a
tributar.
Roma,
22 de junio de 1867
Reverendo padre Francesia:
...Ruégole me informe del homenaje a nuestro
amado y venerado don Bosco en el día de san Juan,
pero escríbamelo enseguida y no me haga suspirar
por ello... Al mismo tiempo hágame una relación
exacta de todo lo que don Bosco diga, y si hay
algo que observar en sus palabras. Usted sabe el
afecto que siento por este santo sacerdote y
cuánto le aprecio y admiro, pues conoce
perfectamente que todo lo que a él se refiere me
interesa mucho.
Déjole M. R. P. Francesia, para escribir unas
líneas a don Bosco, rogándole se las entregue en
mano y así serán más de su agrado... Esté
tranquilo por las cosas de Roma: la tempestad se
va calmando por sí misma; la justicia y la virtud
siempre triunfan: pero el Señor permite que alguna
vez seamos golpeados. El Caballero sigue bien y
saluda a todos...
FANNY AMAT de Villa Ríos
((**It8.849**)) El día
onomástico de don Bosco se celebró de una manera
espléndida. Por la tarde hubo la demostración
filial. El poeta sin par, don Juan Bautista
Francesia, al igual que en años anteriores, leyó
(**Es8.721**))
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