((**Es8.694**)
-íCaramba! 1 >>Mira qué bien anda!
La mujer, llorando de alegría, decía a su
marido:
-íNo hables así, que no está bien!
Después de haber saludado a don Bosco salieron
del Oratorio prometiendo volver cuanto antes para
dar gracias a su celeste Bienhechora en la nueva
iglesia. ((**It8.817**)) Al
venir del pueblo, tuvieron que llevar por turno a
su hijo en brazos; ahora caminaba él sin ayuda de
nadie y con los pies derechos. Pero, como nunca
había caminado, veían los padres que de vez en
cuando no sabía cómo hacer y le enseñaban a
moverse, diciéndole:
-Echa este pie adelante, echa el otro.
Fue testigo del hecho el clérigo Donato de
Saluggia, el cual lo contó a don Joaquín Berto y a
don Angel Savio, quienes observaron al niño antes
y después de la bendición. Donato se hallaba en la
sala de espera.También don Miguel Rúa da fe del
hecho.
En nuestras memorias se lee:
<<1.° de junio. -Don Bosco dijo: -Yo no
comprendo cómo seguimos adelante. En esta semana
han llegado varios miles de liras, por gracias
recibidas.
>>Por la noche, mientras cenaba, y acompañado
solamente por don Joaquín Berto, le contó: -Ayer
iba por la calle cuando se me acercó un muchacho,
de unos ocho o nueve años y me dijo:
>>-íHola, don Bosco!
>>->>Quién eres tú?, respondí.
>>->>No me conoce? Soy aquel a quien bendijo
hace muchos días. íMíreme! íEstoy curado! Traigo
unos dineros para dárselos de parte de mi madre.
La Virgen me concedió la gracia.
>>-Y ahora tú, le dije, agradecido a María,
tienes que cumplir fielmente tus deberes.
>>No mucho antes una hermana de este chiquillo,
molesta y atormentada por dolores de espalda, en
vista de que no servían de nada los medios
humanos, resolvió ir a la sacristía del Oratorio
para que la bendijeran. Yo le dije que rezara
algunas oraciones y que hiciese una novena a María
Auxiliadora.
>>Hete aquí que un día, pasaba yo por una
avenida de la ciudad y vi a una muchacha que
corría, se plantó ante mí y me gritó:
>>-Don Bosco >>no me conoce? Soy la chica que
usted ((**It8.818**)) bendijo
tal día en la sacristía del Oratorio. Pues sepa
que, en cuanto
1 Caramba! Traducimos libremente la populat
interjección de Contacc!, que espontáneamente
soltó el hombre (N. del T.).
(**Es8.694**))
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