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Don Bosco regresó a Turín con el corazón lleno
de esperanza por haber vuelto a encontrar el
protector perdido con la muerte de monseñor
Fransoni.
Cuando el Arzobispo llegó a Turín, fue a
hospedarse en casa de su hermano y al día
siguiente se presentó en el Oratorio, vestido de
simple sacerdote, de modo que el portero no le
conoció. Pidió ver a don Bosco, pero no estaba en
casa. Después de esperarlo ((**It8.806**)) un
rato, y viendo que don Bosco no llegaba, dijo al
portero:
-Cuando vuelva don Bosco, dígale que ha estado
en el Oratorio su Arzobispo en persona, porque
deseaba tener el gusto de hacerle su primera
visita.
Dijo esto y se marchó.
Conmovido don Bosco por tal dignación se
apresuró a ir al día siguiente al palacio de los
condes de Netro. Fue recibido con gran alegría por
el Arzobispo, quien salió a su encuentro. Después
de unas palabras, díjole don Bosco:
-Monseñor, usted puede ayudarme mucho en un
asunto importantísimo que llevo entre manos.
->>Pensáis que no quiera ayudaros? Con mucho
gusto.
-Usted sabrá que he dado comienzo a una nueva
Sociedad Religiosa...
->>Vos? >>Una Sociedad Religiosa?
Quedó sorprendido porque le resultaba novísima
la cuestión. Don Bosco le narró las vicisitudes
pasadas y las dificultades presentes.Monseñor, que
había creído hasta entonces que la institución de
don Bosco era simplemente diocesana y, por
consiguiente, dependiente totalmente de él, al ver
que estaba destinada a un fin mundial, dependiente
de Roma, y por tanto con la necesidad de obtener
la exención de la inmediata dependencia del
Ordinario, se quedó atónito, como si hubiera
recibido una ofensa, y dijo:
-Yo creí que vos trabajaríais totalmente en mi
diócesis y que nos ayudaríamos mutuamente para
bien de las almas que se me han confiado.
Y como quien sufre una viva contrariedad, se
despidió de don Bosco muy fríamente. Esta frialdad
fue en aumento, únicamente porque no faltaron
personas que pusieron en el corazón del ilustre
Prelado desconfianza con el Oratorio.
El 26 de mayo hizo el Arzobispo su entrada
solemne en la Metropolitana, de acuerdo con el
antiguo ceremonial y gran concurso de
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