Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


((**Es8.682**) por la sacudida. Por fortuna tampoco los otros sufrieron más que alguna contusión o rasguño. El coche había topado contra un poste de piedra; en el no había reparado el que guiaba; se levantaron los tres y empezaron a acusarse unos a otros de haber sido la causa de la caída. Se responsabilizaba al cochero de no haber prestado atención a lo que hacía y se replicaba al otro que no debía haber señalado con la mano las casas y las cosas, distrayendo así la atención de quien llevaba s riendas. Don Bosco puso a los tres en paz. ->>Por qué, les dijo, os acusáis uno a otro cuando los tres sois inocentes? No tiene la culpa el caballo que corría a poca velocidad, no tiene la culpa el carruaje que está muy bien, no tiene la culpa usted que guiaba, ni tampoco ustedes que hablaban, porque cada uno atendía a lo suyo. La culpa... íla culpa la tiene el que puso el poste! Rieron todos de buena gana aunque sentían el escozor de los golpes, subieron de nuevo al coche y terminaron felizmente el viaje. Por hoy basta; otro día, otras cosas. Si, por azar, la madre de Spazzacampagna le pidiese noticias de su hijo mayor, dígale que su salud no empeora y que solamente esperamos una ocasión para mandárselo como ella desea. Dé nuestros respetuosos saludos a su hermano, a monseñor Manacorda, etc. Acabe bien el mes de María y ruegue por, Su afectísimo en Jesús y María MIGUEL RUA, Pbro. Así, pues, el Oratorio se vio privado de los billetes reducidos para los trenes en los que gozaban de una rebaja del setenta y cinco por ciento. Dado el número de alumnos pertenecientes a todas las regiones de Italia, la necesidad que llamaba ora a uno, ora a otro a su respectivo pueblo, y la larga distancia que muchos debían recorrer, aumentaban extraordinariamente los gastos del Oratorio. Había veintidós entre los jóvenes recomendados por el Ministerio de Obras Públicas y por la Dirección de Ferrocarriles, aceptados y asilados por don Bosco, como consta en los registros. ((**It8.803**)) Pero éste no se desalentó y escribió a la Dirección de Ferrocarriles. Sus cartas son una prueba de la tranquilidad de su espíritu en medio de las contradiciones. Ilmo. señor Director General: Ha pasado ya año y medio desde que esa benemérita Dirección concedió a los pobres alumnos de esta casa la reducción a una cuarta parte de la tarifa para viajar en los ferrocarriles por la Alta Italia. Inesperadamente se ha suprimido este favor, lo que ha producido gran desconcierto entre nuestros muchachos, algunos de los cuales no pudieron volver de sus respectivos pueblos. Al pedir la razón de esta privación se nos han presentado concretamente dos hechos. Uno de Castagnole delle Lanze, donde algunos parientes de muchachos aceptados, que venían a este establecimiento, intentaron mezclarse con ellos para disfrutar, de la misma reducción. El Jefe de Estación descubrió el hecho y negó el (**Es8.682**))
<Anterior: 8. 681><Siguiente: 8. 683>

Regresar a Página Principal de Memorias Biográficas


 

 

Copyright © 2005 dbosco.net                Web Master: Rafael Sánchez, Sitio Alojado en altaenweb.com