((**Es8.60**)
diecinueve siglos: Estote parati, que la muerte
vendrá como un ladrón cuando menos la esperemos.
Os repito estos avisos porque hace algún tiempo
han aparecido en la casa algunos desórdenes que se
van quitando. Se dicen mentiras con gran
facilidad, sin ningún escrúpulo, en toda ocasión;
se buscan pretextos para salir de la iglesia
durante el tiempo de las sagradas funciones y si
alguien pasara por la casa, siempre encontraría a
algunos que están charlando; y con el pretexto del
teatro y de otros encargos recibidos, encuentran
una fácil y rápida excusa para tapar la boca a
quien tiene el encargo de vigilar. También durante
el tiempo de estudio hay quien busca ausentarse
con el pretexto de irse a confesar, y se va
rondando por la casa.
Pero estoy contento porque la mayoría de
vosotros os portáis realmente bien; y aunque las
faltas señaladas sean verdad, son pocos los que
las hacen. En el comedor se tira la sopa y el pan
por el suelo, o bien sobre los compañeros, y
algunas veces, bromeando (lo que no se puede
tolerar), sobre los mismos asistentes. No se
cometan más dichas faltas y en adelante procuren
todos portarse mejor.
Os recomiendo que os confeséis y comulguéis a
menudo. Pero entendámonos, es preferible que no os
confeséis antes que hacer una mala confesión.
Habrá una confesión menos, pero también un
sacrilegio menos. Algunos se confiesan y callan
voluntariamente un pecado. Estos que no se
confiesen. Me diréis:
-Entonces, >> no nos tenemos que confesar
nunca?
Antes que hacer un sacrilegio, no, seguro. Es
mejor que permanezcáis como estáis que añadir
pecado ((**It8.55**)) sobre
pecado.
-Entonces >>qué debemos hacer?
-Arreglad las confesiones mal hechas,
arregladlas prontamente, pues si por el pecado
estuvieran vuestras almas más rojas que la
escarlata, con la penitencia dealbabuntur ut nix,
se volverán blancas como la nieve.
Comulgad también como es debido. Se ven algunos
que tienen el atrevimiento de comulgar y no
realizan despúes ningún esfuerzo por corregirse,
de sus defectos; no temen perder largas horas
charlando, huyendo del estudio; comulgan por la
mañana y sostienen conversaciones inconvenientes
con los compañeros durante el día, murmuran de
esto y de aquello, de los superiores y de los
condiscípulos; en los dormitorios son una
verdadera cruz para los asistentes, etc., etc.
>>Cómo se podrá decir que esos tales hayan hecho
verdaderamente buenas comuniones? Ex fructibus
eorum cognoscetis eos. Si tales son los frutos,
>>qué podremos decir del árbol que los produce?
>>Cómo serán las comuniones que no producen
mejora? Pero vosotros me diréis:
->>Cómo hemos de hacer?
-Procurad, por cuanto esté de vuestra parte,
dar pruebas de que sacáis fruto de los
sacramentos. Ya sé que no se puede llegar a ser
perfectos en un momento, sino que poco a poco y
con insistencia se vencen nuestros defectos. Pero
poned por lo menos voluntad de desarraigarlos,
demostrad que se ha operado algún cambio en
vosotros, dad prueba de vuestra buena voluntad con
el fiel cumplimiento de vuestros deberes y con la
diligencia en todo.
Finalmente daré un aviso para los que en este
año van a terminar los cursos de latín: Fratres,
satagite ut per bona opera certam vestram
vocationen et electionem faciatis. (Por tanto,
hermanos, poned el mayor empeño en afianzar
vuestra vocación y vuestra elección). Examinad
durante este tiempo de cuaresma a qué estado os
llama el Señor. Procurad con vuestras buenas obras
pedir a la divina Majestad que os indique el
camino por el que debéis caminar. Algunos de
vosotros me dicen:(**Es8.60**))
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