((**Es8.583**)((**It8.686**)) Parece
que entra en la intención del Gobierno del Rey
dejarlas en su mayor parte en administración, con
el objeto de facilitar la supresión de las que no
se juzgase necesario conservar>>.
Con el consentido nombramiento de los obispos
no se quería excitar las iras de los sectarios,
sobre los que quería apoyarse el Gobierno para las
inminentes elecciones de Diputados al Parlamento.
José Garibaldi, que había salido de Caprera el
21 de febrero, entraba en Florencia y publicaba un
bando contra los clericales, declarándoles
enemigos de la patria. Tenía orden de atizar el
odio de los pueblos contra los sacerdotes, la
Iglesia y la Roma Papal. Fue, pues, a Bolonia,
exhortando a las gentes para enviar al Parlamento
diputados enemigos de los curas, con el programa:
íGuerra a los curas!.
-Poneos de acuerdo, decía, para alejar el
peligro de que la clerigalla haga entrar a sus
defensores en la representación nacional.
Fue, luego, a Ferrara y el Ministerio le
permitió excitar desenfrenadamente a la gente por
las ciudades Vénetas y Lombardas, fue después a
Turín, y el 14 de marzo a Alessandria. Este viaje
triunfal lo hizo a expensas del Gobierno, entre
aclamaciones de la plebe y recepciones en los
Municipios, acrecentando la pompa solemne de los
recibimientos con la presencia de los oficiales
del Estado.
Vomitaba por todas partes, en plazas y salones,
desde los balcones de los palacios donde se
alojaba, las más atroces injurias contra la
Iglesia y el Papado; y añadía:
-<<íRoma es nuestra! íEl Papado es la gangrena
de Italia! íLos curas han vendido Niza al
extranjero! íLos curas son el primer flagelo de
nuestra península! íItalia es una lugartenencia
francesa! Tienen demasiada influencia Napoleón y
sus satélites, los curas. Iremos a Roma; yo
conozco a los asesinos y os los señalaré: son los
curas. Mandad al Parlamento diputados que no sean
curas, ni cómplices de los curas, ni amparadores
de los curas>>.
Como consecuencia de estas atroces diatribas,
la plebe enfurecida saqueó en Udine el palacio
arzobispal; en Treviso ((**It8.687**)) y en
Venecia asaltó el palacio episcopal y el del
Patriarca, y hubo tumultos en otros lugares.
Llegó el 10 de marzo, y apenas si un tercio de
electores acudió a las urnas. En Florencia, sobre
algunos aspirantes a diputados, decía la Gaceta de
Italia: <>.
(**Es8.583**))
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