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((**Es8.55**) a Jesús Sacramentado. >>Queréis que huya de vosotros? Visitad a menudo a Jesús. >>Queréis vencer al demonio? Refugiaos con frecuencia a los pies de Jesús. >>Queréis ser vencidos? Dejad de visitar a Jesús. Queridos míos, la visita a Jesús Sacramentado es un medio muy necesario para vencer al demonio. Id, pues, a visitar con frecuencia a Jesús Sacramentado y el demonio no podrá hacer nada contra vosotros. Mañana se examinarán los clérigos, por lo que los exhorto a que tengan ánimo. Yo, como de costumbre, aplicaré mañana la santa misa con este fin y espero que todo vaya bien. 28 de febrero Quiero deciros solamente dos palabras. Mañana es miércoles de ceniza. Acercaos al altar para recibirla sobre vuestra frente con recogimiento y no con ligereza. No es una ceremonia instituida por la Iglesia al azar, sino que es una ceremonia con la que nos quiere recordar lo que somos y lo que volveremos a ser. Memento homo, quia pulvis es et in pulverem reverteris. Cuando Adán fue arrojado del paraíso terrenal en castigo de su pecado, el Señor quiso darle en su infinita bondad un recuerdo que le sirviese de norma y freno durante toda su vida: acuérdate, hombre, de que eres polvo y en polvo te convertirás. Mis queridos.amigos, recordad esta máxima que os hará mucho bien, si pensáis en ella con frecuencia. Pulvis et cinis es (eres polvo y ceniza), se lee en la Sagrada Escritura. Y en otro lugar de la misma: Operimentum tuum erunt vermes. Todo nuestro cuerpo se cubrirá de gusanos después de la muerte. >>De qué sirve entonces acicalarse ahora el cabello, cortarlo elegantemente, peinarse a la raya con tanto esmero, si llegará un día en que seremos pasto de los gusanos? Y no es solamente éste el recuerdo que la Iglesia nos da con la ceremonia de mañana. Nuestro cuerpo, el día de la muerte se convertirá en polvo; >>y qué será del alma? Ella se presentará ante el Señor y, según nuestras buenas o malas obras, será juzgada para una eternidad feliz o desgraciada. Mis queridos hijos, procurad que, cuando vuestro cuerpo se convierta en ceniza, vuestra alma esté en el cielo eternamente feliz, para que no tengáis que llorar eternamente. Tened cuidado de que vuestro cuerpo no sea causa de vuestra perdición. ((**It8.50**)) A la par de estos consejos, dio don Bosco a sus jóvenes la noticia de un gran favor concedido por el Papa, que él había pedido en una carta presentada al Santo Padre por don Emiliano Manacorda. El sacerdote Juan Bosco, de Castelnuovo de Asti, con domicilio en Turín, Director del Oratorio de San Francisco de Sales, con el deseo de promover cada vez más entre los jóvenes, confiados a sus cuidados por la Divina Providencia, el espíritu de piedad y devoción, humildemente postrado a los pies de Vuestra Santidad, suplica le sea renovada la facultad de celebrar tres misas en la noche precedente a la Navidad y el privilegio de que puedan comulgar en dicha noche los asistentes, tal y como desde hace años se viene practicando. Suplica al mismo tiempo que dicho privi legio se haga extensivo a otras dos casas auxiliares, abiertas con el mismo fin hace algunos años, una de las cuales se encuentra en Mirabello, diócesis de Casale Monferrato, y la otra en Lanzo, población de esta misma diócesis de Turín.(**Es8.55**))
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