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convertidas en generales hasta entre los
católicos, se habría acusado al Papado de haber
alejado de sí voluntariamente a la sociedad
moderna, con su inflexibilidad. Por el contrario,
al abundar ((**It8.605**)) en la
clemencia, concediendo las libertades civiles
compatibles con los derechos esenciales de la
Iglesia, Nos hemos desenmascarado la hipocresía de
los que no pedían dichas libertades más que para
oprimir a la misma Iglesia.
Después de otras reflexiones tuvo don Bosco la
satisfacción de oír estas palabras de labios del
mismísimo Vicario de Jesucristo:
-íTres Papas os son deudores! Habéis defendido
su fama ultrajada, con la Historia de Italia, la
Eclesiástica y las Lecturas Católicas.
Y don Bosco chistosamente replicó:
-No sólo los pasados, ísino también los
presentes!, con lo que quería indicar que
necesitaba algunos favores de Su Santidad.
Pío IX le comprendió muy bien y añadió:
-íEntendido! >>Tenéis alguna petición que
hacer?
El Venerable presentó una súplica, el Papa la
examinó y le concedió los favores solicitados.
Nosotros la reproducimos, señalando en cursiva lo
que de puño y letra escribió el mismo Santo Padre.
Beatísimo Padre:
El sacerdote Juan Bosco, Superior General de la
Congregación de San Francisco de Sales establecida
en Turín, con el fin de promover por cuanto le es
posible la mayor gloria de Dios y el bien de las
almas:
Suplica humildemente a Vuestra Santidad se
digne concederle la facultad de poder autorizar,
oportunamente, a los sacerdotes de su congregación
para bendecir crucifijos, medallas, rosarios,
etc., con las indulgencias anejas.
(20 enero 1867, a los actuales y hoy
existentes, para siete años).
Suplica, además, poder autorizar, siempre que
se vea la necesidad, a los sacerdotes, profesos o
alumnos, de él dependientes, para leer o tener
libros prohibidos que crea útiles para su propio
ministerio.
(Para diez casos).
Y, finalmente, suplica a Vuestra Santidad, se
digne conceder al sacerdote Juan Bosco la facultad
de hacer celebrar la santa misa antes de la
aurora, siempre que haya necesidad.
(Por siete años, como arriba).
PIO P. P. IX
((**It8.606**)) No dejó
don Bosco de comunicar al Santo Padre el
ofrecimiento que se le había hecho de unos locales
y dinero, para abrir una casa en Roma. Era éste
uno de sus deseos. Pío IX le señaló Vigna Pía,
hermosa institución fundada por él mismo, de la
que ya le
(**Es8.515**))
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