((**Es8.49**)
Primero, la obediencia, la subordinación, que,
en estos días, y debido a los desórdenes
acaecidos, se olvidó; hubo insubordinaciones en
todas partes. Por lo tanto: en los talleres,
obediencia a los jefes; en el comedor, a los
asistentes; en el estudio y en las clases, a los
profesores; obediencia sin límites.
Y, si el que manda os faltase a vosotros,
obedeced y callad; venid después a mí, que yo
sabré hacer valer vuestras razones y dar a quien
corresponda los concernientes avisos. Obediencia,
pero sin tantas críticas contra las órdenes de los
superiores. Cesen de una vez ciertas
murmuraciones, porque ya hace demasiados días que
se difunden por la casa.
El segundo medio, que a muchos parecerá
imposible, es éste: denunciar a los cabecillas del
desorden o del pecado. Estos son la verdadera
peste del Oratorio, porque el demonio los toma por
ayudantes suyos y los empuja en medio de sus
compañeros para que hagan el mayor mal posible.
Acusadlos, desenmascaradlos; salvaréis así muchas
almas. Pero diréis que tenéis miedo de que os
llamen soplones. Bueno, >>porque algunos tontos os
llamen soplones, queréis absteneros de hacer una
obra buena? Si un ((**It8.42**)) ladrón
entrase en una casa a robar, >>dejaríais de gritar
<> por miedo a que él os llamase
soplones? Si un soldado, haciendo la guardia a la
puerta del palacio de su soberano, viese a alguien
que entraba con intención de matar al rey,
>>creéis que le dejaría entrar? Y si aquél le
amenazase diciéndole que es un soplón, >>sabéis
qué haría? Le intimaría por tres veces a que
volviese atrás, y, si el otro persistiese en
querer entrar, le diría:
-Espera, mira quién es el soplón.
Y sin más, le mataría. Así sucede con vosotros,
mis queridos amigos. Vosotros estáis en el palacio
del Rey Celestial; entra un enemigo para matar
almas y vosotros: >>vais a tener miedo de cumplir
vuestro deber? >>Miedo a que os llamen soplones?
Dejad que los tontos os tomen por tales; el Señor
os llamará de otro modo muy distinto y os dará el
premio merecido por vuestra caridad.
Queridos hijos míos, ya os lo he dicho: uno de
nosotros tendrá que presentarse pronto ante el
tribunal de Dios. >>Qué digo uno? íY más de uno!
Muchos, antes de que pasen largos años, estarán en
el sepulcro; y digo más: todos nosotros, unos
antes, otros después, y ciertamente dentro de
pocos años, tendremos que presentarnos ante el
tribunal de Dios. A mí me preguntará el Señor si
os dije todo lo que debía deciros y a vosotros os
pedirá cuenta de si me escuchasteis. Muchos podrán
responder que me escucharon y se mantuvieron
puros. Muchísimos dirán:
-Señor: durante algún tiempo os ofendimos, pero
después nos arrepentimos de corazón y procuramos
resarciros del tiempo perdido, con buenas obras.
Si alguno no me escucha, se perderá y la culpa
será solamente suya.
Os diré por fin: >>queréis que ese feo gatazo
no os venza? Procurad que no os encuentre nunca
ociosos; trabajad, estudiad, rezad; éste será un
medio seguro para vencer a vuestro enemigo.
16 de febrero
Ya quedan pocos días para terminar el carnaval.
Al principio del mismo os exhorté a dirigir al
Señor todas vuestras acciones y oraciones, para
que cada una de ellas sirviese de sufragio a las
almas del purgatorio, que solamente necesiten esa
buena obra para entrar en el cielo. Creíais
vosotros que la única razón de mi exhortación era
la de sufragar a las almas benditas, pero yo tenía
además otro fin, a saber: que el Señor me
concediese una fe viva, capaz de transportar los
montes a los valles y éstos a las montan*as. Y
vosotros diréis:(**Es8.49**))
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