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apareciendo solamente cuando era necesario
refrendar la legitimidad del matrimonio con María
y quitar toda sospecha sobre la de Jesús. Pero,
aunque podemos penetrar en el santuario del
corazón de José, y admirar las maravillas que Dios
ha obrado en él, no obstante creemos que, para
gloria de su Divino Pupilo y de su Esposa Celeste,
José debió reunir en sí mismo un cúmulo de gracias
y dones celestiales.
Así como la verdadera perfección cristiana
consiste en comparecer tanto más grandes ante Dios
cuanto más pequeños ante los hombres, san José,
que pasó su vida en la más humilde oscuridad, se
halla en situación de presentar el modelo de las
virtudes que son como la flor y nata de la
santidad, la santidad interior, de modo que muy
bien se puede decir de san José, lo que David
escribía de la Esposa sagrada: Omnis gloria eius
filiae Regis ab intus (Sal. 44) (Toda la gloria de
la hija del rey, esta en su interior).
San José es reconocido universalmente e
invocado como protector de los moribundos, y esto
por tres razones:
1.¦ por el imperio amoroso que él ha adquirido
sobre el Corazón de Jesús, juez de vivos y muertos
y su Hijo putativo;
2.¦ por el poder extraordinario que Jesús le ha
concedido ((**It8.569**)) para
vencer a los demonios que asaltan a los
moribundos, y esto como recompensa de haberlo
salvado un tiempo de las insidias de Herodes;
3.¦ por el sublime honor del que José gozó de
ser asistido en punto de muerte por Jesús y por
María.
íQué nuevo y hermoso motivo para
enfervorizarnos en su devoción!
Deseosos, por tanto, de presentar a nuestros
lectores los trazos principales de la vida de san
José, hemos buscado, entre las obras ya
publicadas, alguna que sirviese a nuestro
propósito. Efectivamente se han publicado muchas,
de algunos años a esta parte; mas unas por ser
demasiado voluminosas, otras muy alejadas del
estilo popular por su propia altura, y las más,
faltas de datos históricos por estar escritas más
para meditación que para instrucción, no hacen a
nuestro propósito. Hemos recogido, pues, del Santo
Evangelio y de algunos de los más acreditados
autores, las principales noticias acerca de este
Santo, juntamente con algunos pensamientos tomados
de los Santos Padres.
La veracidad de la narración, la sencillez del
estilo, la autenticidad de las noticias harán
agradable, según esperamos, este pequeño trabajo.
Si la lectura de este librito sirve para llevar al
casto esposo de María un solo devoto más, nos
tendremos por bien pagados.
Por la Dirección
JUAN BOSCO, Pbro.
Había dado órdenes en la imprenta para que le
mandasen las pruebas de este opúsculo a Roma,
adonde iba obligado por muy graves motivos.
Era el primero, obtener la definitiva
aprobación de la Pía Sociedad de San Fancisco de
Sales y, si esto no fuese posible, alcanzar al
menos la facultad de otorgar las dimisorias a sus
clérigos y admitirlos para las sagradas Ordenes,
título mensae communis (a título de mesa común).
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