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CAPITULO XLIV
SE LEVANTAN LAS RESTRICCIONES AL DECRETO QUE
PERMITE A LOS OBISPOS LA VUELTA A SU SEDE -
APRECIO DEL CARDENAL DE ANGELIS A DON BOSCO -
PREDICCION DE SU VUELTA INMINENTE A LA DIOCESIS -
SU LIBERACION DE DOMICILIO FORZOSO: VISITA AL
ORATORIO: SU PARTIDA PARA FERMO - HIJOS DE
FERROVIARIOS RECOGIDOS POR DON BOSCO - INVITACION
A LA ADMINISTRACION DE FERROCARRILES PARA UNA
REPRESENTACION TEATRAL EN SU HONOR - DON BOSCO EN
MIRABELLO: EFECTO DE UNA BENDICION - PROTESTAS
PORQUE ALGUNOS EXTRAÑOS AL ORATORIO HAN VIAJADO EN
FERROCARRIL CON BILLETES DE FAVOR - RESPUESTA DE
DON BOSCO DEFENDIENDOSE - ESPLENDIDA PRUEBA DE
CONFIANZA DADA AL ORATORIO
EL 16 de noviembre suprimía el ministro Ricasoli
la excepción por él mismo hecha en la circular del
22 de octubre, por la cual se había excluido del
beneficio del indulto a los Prelados refugiados en
Roma o en cualquier otro lugar del Estado; y todos
los obispos, sin declaraciones ni petición de
permisos, volvían tranquilamente a su diócesis.
Solamente quedaba en Turín el cardenal Felipe de
Angelis, arzobispo de Fermo. Desterrado desde 1861
en la casa de los Lazaristas, no quiso nunca salir
de ella, ni siquiera para visitar la ciudad: se
sentía prisionero. Como personaje que era de gran
ciencia, virtud y piedad, había obtenido en el
último Cónclave el mayor número de votos, después
de Pío IX. Los sectarios le temían porque era de
un carácter firme y fuerte contra todo lo que
sabía que era perjudicial para el pueblo cristiano
o menos recto en relación con sus ((**It8.523**))
deberes. Su destierro había sido tan largo por
haberse negado a romper toda relación con el
teólogo Margotti.
Durante los seis años fue don Bosco a visitarle
de vez en cuando y contrajo con él una íntima
relación. El Cardenal se interesaba vivamente por
las cosas del Oratorio, de tal modo que, con
cualquiera que hablase de él, manifestaba su
interés por saber todo lo que se refería a su
buena marcha. El Siervo de Dios le había contado
detalladamente las gracias que María Santísima
concedía a sus muchachos,
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