((**Es8.443**)
EN EL ORATORIO DE SAN FRANCISCO DE
SALES
EN TURIN
Y MURIO SANTAMENTE EN MONDONIO
EL 9 DE MARZO DE 1857.
POR SIGNOS NO DUDOSOS
DE QUE ES UN PREDILECTO DEL SEÑOR
SUS DESPOJOS MORTALES
FUERON TRASLADADOS
DESDE EL CEMENTERIO MUNICIPAL
EL... 1864
POR DESEO DE SUS AMIGOS
Y DE LOS QUE, HABIENDO GOZADO LOS
EFECTOS
DE SU CELESTIAL PROTECCION,
AGRADECIDOS Y ANSIOSOS ESPERAN
LA PALABRA DEL ORACULO
INFALIBLE
DE LA SANTA MADRE IGLESIA.
Pero solamente el año 1866 se cumplió el
piadoso deseo, deliberado en el 1864, como consta
por el siguiente documento:
((**It8.521**))
Parroquia de Mondonio.-Acta de exhumación y nueva
sepultura de los restos mortales de Domingo Savio.
En el año del Señor 1866, al 21 de noviembre, a
las nueve de la mañana y en el cementerio de esta
Parroquia, yo, el párroco que suscribe, en
presencia y con la colaboración de los testigos
abajo firmantes, hice exhumar los restos aquí
sepultados de Domingo Savio y, habiendo sido
constatada su identidad por medio de las personas
aquí presentes, que habían realizado la primera
inhumación, y que posteriormente habían reparado
el ataúd, poniendo en él señales seguras de
identificación del mismo, hice sacar
diligentemente el esqueleto, que se encontró
entero e intacto, a pesar de que los rosarios y
medallas colocadas en el ataúd se encontraban
corroídos y apedazados; habiéndomelo hecho pasar
pieza a pieza, lo repuse con mis propias manos en
un ataúd nuevo preparado para el caso, ajustando
cada una de las piezas en su lugar y orden, según
las reglas de la osteología, de modo que el
esqueleto se encontró otra vez completo en la
nueva caja. A un lado del cráneo, puse juntos los
pedazos corroídos de rosaríos y medallas y al otro
lado una moneda de cobre de díez céntimos acuñada
este mismo año. Invitados los presentes a
conocerlo todo, hice cerrar el ataúd y asegurarlo
con cerrajas de hierro. Hícelo después levantar
diligentemente y colocarlo en el pequeño sepulcro
preparado entre la pared posterior de la iglesia
de San Fabián y San Sebastián adyacente a dicho
cementerio, de modo que se encuentre bajo el altar
de dicho templo. A continuación hice tapar con
mampostería dicho muro, cuya abertura se había
construido expresamente en arco. Pasando después a
la iglesia dicha, hice cubrir también con
mampostería la bóveda de dicho sepulcro, de modo
que estuviese cerrado y seguro por todas partes, y
sobre el cual se trabaja actualmente para
construir el altar y restaurar la iglesia de
manera que responda decentemente a su fin.
(**Es8.443**))
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