((**Es8.395**)
>>Me alegran mucho las buenas noticias que me
da de su salud, que deseo sea bonísima por muchos
años, y se lo pido cordialmente al Señor para que
pueda realizar todas las santas obras que ha
comenzado, y que con su celo sabrá idear y cumplir
en el porvenir y para que pueda seguir siendo útil
para todos, como hasta el presente lo ha sido>>.
Además, Varios hechos atestiguaban la maternal
benevolencia de María Auxiliadora con todos los
que ayudaban a don Bosco en la construcción de la
iglesia de Valdocco.
El 25 de febrero de 1909 nos escribió desde
Milán la señora Carolina Rivolta Guenzati:
<>.
El mismo don Bosco había asegurado a sus
muchachos, que si se mantenían lejos del pecado y
llevaban al cuello la medalla de María, esta
celestial Madre les preservaría de la peste.
A pesar de eso no dejaba de cumplir las
precauciones sugeridas por la prudencia, pues no
quería tentar a Dios.
<((**It8.461**)) poco
antes de que estallase el mal, apenas apareció me
apresuré a arreglar mis asuntos para volver a
Mirabello Monferrato, donde estaba aquel año
dedicado a la enseñanza. Don Bosco, a fin de que
yo, que iba de un pueblo gravemente infestado por
el mal, no contagiase a los demás, mandó escribir
que me quedase en Busca y, mientras tanto, en mi
calidad de clérigo, ayudase al Párroco en su
ministerio. Pero sabiendo don Bosco que mi
situación económica no era muy boyante me
abasteció con largueza para los dos meses y pico
que me tocó permanecer en casa. Publico y
atestiguo esto para que se conozca la gran caridad
de don Bosco que ayudaba a todos, sin olvidar a
ninguno.
>>Puedo además atestiguar, continúa el padre
Garino, rindiendo cortesía a la bondad del corazón
de don Bosco, que, estando yo en mis primeros años
de clérigo en el Oratorio, don Bosco me buscó una
señora rica para que me tomase bajo su protección
en todo lo que me hiciese falta. Y verdaderamente
la piadosa señora se ocupaba
(**Es8.395**))
<Anterior: 8. 394><Siguiente: 8. 396>